De la mano de Mattel y de Anne Monier, conservadora del departamento de juguetes del Museo de las Artes Decorativas de París, estos días se está celebrando una de las exposiciones más imprescindibles para los coleccionistas de Barbie de medio mundo.

Escaparate de la tienda del Museo. Y sí, me llevé miniacompañante, faltaría más…

Después de perderme la expo de Milán y lamentarlo hasta el infinito y más allá, decidí que no me iba a pasar lo mismo con la retrospectiva de París, así que el domingo pasado mi propósito se hizo realidad. Antes de nada, dos advertencias: si quien me está leyendo está pensando en ir, que pare en este punto, porque esta entrada es un spoiler en toda regla y vale la pena sorprenderse allí. La segunda, siento de verdad la poca calidad de las fotos, pero la iluminación era muy poca, los flashes estaban prohibidos y había mucha gente, muchísima, sobre todo diminuta (también llamados niños) que hacían muy difícil conseguir una foto decente.

El museo está situado en el ala oeste del Museo del Louvre (mejor ubicación imposible) y dedica dos plantas a la expo, que ya desde las zonas comunes anuncia lo que nos vamos a encontrar:

Foto cutre de móvil

Making of de la foto cutre de móvil

El comienzo de la expo no puede ser mejor: se dedica al fenómeno de @barbiestyle en instagram, y tras presentar las diapositivas de las fotos, a continuación muestra  las muñecas que son protagonistas de muchas de ellas. Eso sí, el subidón de poder echarle un ojo a esos magníficos modelos de ropa se ve compensado con la poca luz que las ilumina, tenue y oscilante, que hace que algunas de ellas sean prácticamente imposibles de distinguir:

Estuve allí pegada como una lapa, intentando intuir qué cuerpos tenían esa muñecas; algunas eran fashionistas de toda la vida (hasta se veía el corte del pecho), otras pivotal y finalmente otras eran una especie de mix de cuerpos conocidos.

A partir de ahí, se pasa a la historia de su evolución, desde sus antecedentes:

Como siempre, hay algo de relleno

La mítica Bild Lilli no podía faltar, por supuesto:

Ni las aún más míticas Ponytail:

El matrimonio Handler y los orígenes de la muñeca, sus esfuerzos creativos y empresariales y como los vivieron a través de sus cartas:

Prototipos y patentes:

Foto mega-montaje para  quitar niños y hacer panorama.

Más muñecas a través del tiempo:

Y los oficios:

Su relación con Ken:

El proceso creativo:

No lo parece, pero esta foto panorámica me ha costado la vida, 😉

Detalles de despiece

La recientísima Water Sprite

Y esto ya no me acuerdo de qué iba, pero molaba…pena no tener foto decente desde otra perspectiva:

Y más expositores…

Pero lo mejor de todo, lo que me dejó alucinada e impidió que dedicara ni la más mínima atención a los demás expositores (que realmente estoy analizando ahora, al editar las fotos), han sido los dioramas de Lars Auvinen, o lo que es lo mismo, el artista que hace los decorados en los que se presentan las colecciones de silkstone…y que dejo para la próxima entrada, porque ésta ya me está quedando demasiado larga y veo que a este paso no la acabo jamás! Eso sí, os aseguro que fotografiarlos no fue fácil, 😉

 Reedito para incluir una propinilla…el tríptico de la Expo: