
Un clásico en el mundo de los dioramas son los imprimibles. Diseños estampables en papel, destinados desde a cubrir paredes como la de esta foto, hasta a montar muebles, pasando, cómo no, por libros y revistas.
En esta entrada me voy a centrar precisamente en las revistas, también como las de la foto, que son realmente sencillas de hacer (más que el suelo, lo prometo) y muy resultonas. De hecho, simplemente con escanear cualquier revista que tengamos por casa e imprimir luego con su tamaño reducido a escala 1/6, ya tendríamos las pastas de una.
Sin embargo, en el caso de las revistas de moda, he optado por diseñarlas a partir de mis propias fotos, porque para determinadas cosas soy un poco purista y en mi cabeza cuadriculada no encaja que una muñeca pueda tener una revista en cuya portada salga una persona real. Me parece que es como romper con la magia del 1/6. Como la parte de fotografía y edición cae fuera de lo que pretendo que sea este tutorial, empezaré con los pasos una vez que se tiene ya el imprimible.
Los pasos son sencillos. Primero hay que imprimir este archivo :
Imprimible Revistas Vogue
La impresión quedará mejor si se hace en papel fotográfico, pero ojo, si lo hacéis con vuestra propia impresora, no os olvidéis de indicar en el programa el tipo de papel que vais a utilizar, y así garantizaros un resultado óptimo. Si queréis que además sea eterno, cubridlo con celofán, y así quedará protegido y no le saltará la pintura.
El tamaño de las revistas VOGUE es de 4,8 cms de alto. Si cuando al darle a imprimir tenéis activada la opción «ajustar a página» el diseño quedará un poco reducido. No es grave, pero si no lo hacéis siempre igual, os exponéis a que cada tanda de revistas vaya en un tamaño.
Cortar y doblar: Una vez que haya secado bien la impresión (especialmente si se usa papel fotográfico), la cortaremos y haremos dos dobleces con mucho cuidado para remarcar el lomo de la revista. Este momento es quizá el más delicado, porque si no se dobla por el punto exacto, o se roza mucho al presionar, además de que luego no lucirán en la estantería, se estropea la impresión, sobre todo si no lo habéis forrado antes con celofán o forro transparente autoadhesivo. Un buen truco es serviros de una regla o un objeto con arista en 90 grados para seguir la línea, y una vez que esté más o menos marcada, pasar «el rodillo».

El contenido de relleno es opcional. En general, en los rellenos de libros se suele usar cartón pluma, cartón fino y también hojas sueltas. El único cuidado con el cartón pluma (sobre todo cuando usemos piezas de grosor considerable, que será a partir del medio centímetro) es que como es muy blando, al cortar no quede deformado, así que cutter bien afilado y buen pulso. De todos modos, en este caso de revistas con un lomo que alcanza apenas los dos milímetros, yo prefiero poner hojas, que corto de un taco de notas intentando aprovechar la parte encolada, para que no se desparramen.
ACTUALIZACIÓN IMPORTANTE: no os perdáis las recomendaciones de uso de goma eva, siguiendo el consejo de mi amiga Carmen, y que podéis encontrar pinchando aquí.
En cualquier caso, si usamos el taco:

Independientemente de lo que elijamos, sólo fata pegarlo a las pastas ya impresas por el lomo interior y nuestra revista estará lista.