Las fotos de Edel

Creo que esta es la entrada que más veces he reescrito en este blog. Pero reescribir de verdad, de principio a fin, no depurando únicamente chistes malos. Y es que cuando admiras de verdad a alguien, e intentas expresarlo, sientes una responsabilidad enorme de que quede bien transmitido y de que quien lo lea no sólo lo entienda, sino que pase a compartir lo mismo que tú sientes. Vamos, que me he levantado con afán proselitista y pienso ir a por todas 😂

Ahora las redes sociales están al orden del día, pero cuando empecé a coleccionar lo hice en absoluta soledad. Tenía a mi amiga del cole, Carmencita, que era otra enferma de Barbie como yo, pero a la que perdí bastante de vista cuando le tocó otro instituto y, para rematarlo, desde que se fue a estudiar la carrera fuera, nunca más supe de ella. Carmen, si por lo que sea me lees, porfa, ponte en contacto conmigo, que no veas cómo extraño aquellas tardes de juegos en tu casa, con la peli de Dirty Dancing de fondo (la pista definitiva para que sepa que soy yo). Pero volviendo al tema, salvo las grandes ciudades en las que sí hubo durante algún tiempo grupos más o menos activos, yo aquí, en provincias, con mi economía más que limitada de estudiante, estaba más sola que la una. Años después, ya con trabajo y viviendo en Barcelona, la situación no había cambiado mucho, tampoco en lo económico 😂 (qué atraco de ciudad), pero ya había descubierto Flickr. Estaba lleno de coleccionistas que, con más o menos arte, iban mostrando sus colecciones en la web, mientras intercambiaban opiniones y consejos. Descubrí que había muñecas más allá de Barbie (que ríete tú de la caída del caballo de Saulo de Tarso) y que para conseguirlas ya no podía recurrir a la juguetería de mi barrio o del Corte Inglés, sino que había que lanzarse con conceptos nuevos como Ebay y PayPal. Con esto ya parezco más vieja que el hilo negro, y eso que ni siquiera he mencionado a los grupos de yahoo de muñecas… Pero volviendo al tema: casi todas estas publicaciones eran de muñecas en caja y, las que estaban fuera de ella, se presentaban expuestas en su pedestal, en estantes o vitrinas. Pensad que el cuerpo pivotal de Barbie apareció a finales de la década del 2000 y que aunque entonces las Fashion Royalty ya eran articuladas, su sistema era muy rudimentario y antinatural. Con todo, yo lo primero que hacía, cuando me llegaba una muñeca nueva, era sacarla de la caja y ponerla a posar como podía, con ropa original o que iba apañando. Si hasta cosía, lo que es la necesidad. Cuando conseguí mi primera pivotal, en 2009, flipé lo más grande, pero había pocos modelos que lo llevasen así que tenía que contentarme con los fashionistas articulados de entonces, a los que iba cambiando de cabezas por modelos más chulos, a los que también empezaba a modificar experimentando con los repaints. Fue una etapa dura, no me escondo:

Barbie Pivotal y Barbie Fashionista.
Mi primera pivotal y mi fashionista repintada, posando con naturalidad😜

Y en ésas andaba experimentando cuando vi la cuenta más alucinante de Barbie de las que había conocido hasta entonces, la de Barbara Millicent Roberts:

50th ANNIVERSARY SHOOTING
Pinchando en la foto accedéis directamente a su galería

Era Barbie, sí, pero ninguna que estuviese a la venta, o al menos así completa. Usaba un pivotal que no era el suyo, tenía melenaza injertada por reroot y, por su estilo y complementos, recordaba más a las FR. Pero era Barbie y no se quedaba en casa, sino que salía a la calle y parecía una mujer real:

ONE MORE EVERYDAY ...
Una de mis favoritas

Estaba fascinada con esta cuenta, entraba casi todos los días para ver si había novedades, un Enjuto Mojamuto de manual. Las fotos tenían como fondo diferentes ciudades, pero la que más se repetía era Barcelona, así que me decidí a escribirle y al final quedamos para conocernos en la Tienda Barbie, que acababan de abrir en el Centro Comercial L’Illa. Por primera vez iba a conocer a otro coleccionista, y además era EL COLECCIONISTA, así, con mayúsculas. La tienda estaba decorada con sus fotos, no os digo más, y mientras nos saludábamos yo sólo pensaba en contenerme, para que no notase lo chalada que estaba y no quisiese quedar más conmigo. Me lo puso muy fácil, porque es de las personas más agradables y educadas que conozco. Y yo lo debí disimular bien, porque seguimos quedando mucho ese tiempo que compartimos ciudad. Me explicó que la cuenta de Bárbara era un homenaje al 50 aniversario de Barbie, y que la mantendría activa durante ese año (un disgustazooo), pero que seguía teniendo su cuenta personal en la que continuarían apareciendo más muñecas. Me enseñó su casa y su colección (aún no he vuelto a ver dioramas/casas más geniales) y me reafirmó en la idea de qué tipo de coleccionista quería ser. Años más tarde me convenció para que me pasase a instagram, y como para no seguirlo:

Y cuando empezó con su proyecto de mobiliario y decoración escala 1/6, bajo el nombre de Marcia Harrys, imposible no necesitarlo para vivir. Su buen gusto y su toque genial, ahora al alcance de todos:

Por si a estas alturas de la lectura no lo habéis notado, ya os lo confirmo: soy fan de póster. Y de póster es también su último proyecto, en el que a través de la web EDELMO.COM, vende algunas de sus imágenes más icónicas, como aquellas que decoraban la efímera tienda de Barbie en la que nos conocimos. Por favor, ¡si hasta sale en el libro de Assouline de Barbie! Así que creo que ya podéis imaginaros cómo me sentí cuando el cartero me dejó esto en casa (es que hasta la presentación es maravillosa 🤩):

Y sí, las imágenes no son sólo de Barbie… porque desde ese 2009 han pasado muchos años, el coleccionismo ha avanzado una barbaridad y, su forma de amar a las muñecas, cada vez es la de más gente:

Como siempre te digo, gracias, Maestro. Qué diferente hubiese sido esto sin ti 😘

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…

Que seguro que ya se os estaba haciendo larga la espera 😂.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…
Alegoría, más bien literal, de esperar sentada

Efectivamente, tocaba ya renovar revistero muñequil, pero ocurre que desde que me he vuelto una maruja de mi casa, he pasado mucho de comprar Vogues, para centrarme únicamente en revistas de decoración (el tiempo es el que es y el bolsillo también), por eso, ni me había dado cuenta de que les habían cambiado el lomo. Total, que el otro día (lo mismo ya hace meses, que ya sabéis que con esto soy algo dejada), volvió a caer una en mis manos y cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que estaba completamente desactualizada (del tema moda ya mejor ni hablamos), y mis mini-revistas ya no se parecían a las de verdad.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir
Y aquí el cambio para que lo veáis más claramente.

Evidentemente, esto había que solucionarlo, así que ni corta ni perezosa (bueno, esto último igual sí un poquito), me puse a preparar una nueva tanda de revistas, adecuadas ya a la nueva tipografía…y ya llevaba listas las primeras cuando, repasando detenidamente las portadas del último año, me percaté también de que ahora son mucho más limpias y minimalistas, sin tanto texto, cosa que además de quedar más elegante, no os hacéis idea de lo mucho que simplifica el proceso 😂, vamos, que para la próxima ya lo sé y espero ir más rápida.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…
Ejemplo de portada que vais a encontrar, con un modelazo de Elenpriv 😉

Como siempre, lo primero es que os descarguéis este archivo: Vogue 2022. Y para el resto del proceso sólo tenéis que seguir los pasos que ya os expliqué aquí y aquí.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…

Eso sí, por favor, dejad ya de descargar las de 2014, que están pasadísimas de moda y centraros en las de los últimos años 😂😂😂, y no olvidéis que en el blog podéis encontrar un montón de prints como los de la estantería de esta foto.

Y me despido con este vídeo, que me ha dado más lata que las revistas, y con el que podéis ver qué fácil es montar un buen diorama cuando se tienen a mano los muebles de Marcia Harrys. Y si no, tenéis consejillos de cómo montar paredes aquí, y de cómo hacer un zócalo de madera aquí, aquí y aquí. Venga, pa’casa, que tenéis entretenimiento para rato. Un abrazo y cuidaos mucho 😘

¡Feliz Navidad! Otro polvorón, arfavó

Os escribo recién llegada de casa de mis padres, mientras busco ocupación que me haga más llevadera la digestión de la comida…porque por si no lo había comentado ya por aquí, soy lo que comúnmente se conoce como una tragaldabas. Recuerdo ver a mi abuelo de pequeña y pensar, pero cómo puede comer tanto…y ahora, de mayor, entenderlo perfectamente. Hecha esta confesión, vamos al lío. Este año, sin que sirva de precedente, me ha dado tiempo a preparar un diorama elaborado de Navidad, y de tener incluso fotos para elegir 🤗.

Feliz Navidad 2021
Primera foto navideña, muy WIP

¿Y cómo lo he conseguido? Pues por una parte, con esto de ser nuestras primeras Navidades en el piso (las del año pasado no cuentan), me flipé un poco a lo Martha Stewart y empecé a llenarlo todo de ramos navideños, como éste que os dejo de ejemplo (y que lo mismo me pasé con la saturación de la imagen), porque a este paso se me marchita y no me lo ha visto nadie 😂😂:

Ramo navideño.

Por otra, con lo feo que se estaba poniendo todo con la variante ómicron, para no arriesgar las reuniones familiares de estos días, decidimos salir sólo para lo imprescindible, así que algo tenía que hacer por casa para estar entretenida, porque yo, de limpiar/ordenar, pa-so. La cosa es que después de conseguir el mini-árbol de la primera foto (chamaecyparis ellwoodii, creí que no encontraba el nombre en la vida), me entró el gusanillo de montar una decoración «natural», así que me pasé de nuevo por la floristería que tengo cerca de casa (salida imprescindible también), para más material:

Feliz Navidad 2021
El arbolito es un poco flojeras, un par de horas con las bolitas doradas y ya decae.

Y aunque aproveché para pasarme también por el bazar chino (esto ya no sé si cuenta como imprescindible), al final casi lo solucioné todo con un par de ramas (abeto y tuya) y un poco de espray dorado. Básicamente, el proceso antes del espray, fue el de este collage:

Proceso decoración chimenea

Las fotos no son muy allá, pero la verdad es que en un principio no contaba con publicarlas. Y os aseguro que el resultado, en relación al esfuerzo que requiere, no puede ser mejor:

Feliz Navidad 2021
Fue quitarle las bolas al arbolito y que volviese al sitio, menos mal.

Como la repisa de mi chimenea es muy pequeña, casi no cabía nada más. Eso sí, siguiendo el rollo dorado/ostentoso del diorama, le metí cuanto candelabro dorado encontré…y hasta pinté de dorados los que tenía de Barbie del año de la castaña (los de las esquinas), que se van a quedar así para siempre, que me gustan mucho más. Pero a estas alturas, tenía yo una espinita que no me había podido sacar, y es la de hacer una reproducción en miniatura de los polvorones (o mantecados) de Felipe II. Para que lo entendáis, si hay un meme que me represente en estas fechas, es éste:

Desconozco su autor, pero tiene mi más profunda admiración de por vida.

Como ya os he contado alguna vez, consecuencia de un aciago accidente acaecido hace años, tengo prohibido usar el horno de casa para cocer Fimo. Así que sin ser capaz de prometer que esta vez iba a quedarme en la cocina mirando al horno hasta que estuviese listo, decidí que la reproducción iba a limitarse al empaquetado exterior. Que sí, que usé fimo para el mantecado, pero sin cocerlo ni empolvarlo para darle un efecto realista, porque la idea no es exponerlos abiertos. Y total, aunque los deje sin hornear, estoy convencida de que en poco tiempo se va a quedar como una piedra. Los pasos son los siguientes:

1º.- Descargad el archivo pinchando aquí: Felipe II

2º.- Imprimid sobre papel de seda. Por cierto, para que aguantase el proceso, yo lo pegué por los extremos sobre un folio normal. Luego cortad haciendo tiras por los dos extremos del envoltorio.

3º.- Amasad de forma cilíndrica un poco de Fimo, e id cortando haciendo toros. Procurad que el diámetro alcance a cubrir la circunferencia que rodea la imagen del rey.

4º.- Envolved como si fuese un caramelo. Os dejo unas pocas fotos del proceso y de un mantecado, por si os animáis a pintar uno.

Tutorial polvorón.

Si me habéis hecho caso a todo, os quedará algo tal que así:

Polvorones.

Y ya con los polvorones listos (sí, ya sé que son mantecados, pero en mi casa los llaman así) ya sólo faltaba preparar la mesa de Navidad.

Navidad 2021

Sin comida, por lo que ya os acabo de decir del Fimo, el horno y el accidente, pero como mucho dorado y verde:

Señoras celebrando la Navidad 2021.

Ellas me han quedado muy al estilo de las señoras de principios de los 90’s, pero la ocasión lo merece. Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que estéis disfrutado mucho de estos días, que los podáis compartir con los que más queréis…y juntad energías para la del año próximo, en la que ojalá no tengamos que hablar de contagios, mascarillas, test ni distancias de seguridad 💪💪💪!

Y antes de despedirme, eso sí, referencias de lo referenciable (el resto a saber de dónde lo saqué):

Marcia Harrys: Sofá, biombo dorado, mesa auxiliar negra y dorada, cómoda oriental, espejo negro.
Zara Home: alfombra dorada, mesas de mármol.
Me and House: sillas Cesca, platos, carrito verde de la primera foto.
Integrity Toys: Tocadiscos, botella de champagne.
Re-Ment: miniaturas de cristal.


Cómo personalizar una cocina para Barbie

A estas alturas de cuarentena y aún no he cocido pan, ni ordenado el armario ni hecho limpieza de cajones, pero al menos me estoy poniendo al día con viejos proyectos de Barbie… y cuando digo viejos no exagero, porque en el año 2013 ya tenía esta cocina, con ganas de «trasnformarla» desde el minuto uno. La culpa, de mi amiga Vane, que tenía la versión más guay (inasequible ya entonces) y bueno, que fuese un poco fulerilla tampoco ayudaba demasiado a quererla tal como era 😅:

Cómo personalizar una cocina de Barbie
La susodicha, versión de stock.

Esta cocina o muy similar (rosa fundamentalmente) se encuentra aún sin demasiados problemas por Ebay y Aliexpress, incluso he leído comentarios de que también se vende en bazares tipo «Todo a cien» (toma viejunada), con un precio que ronda entre los 20 y 30 euros, más envío. Vamos, que se puede arriesgar con ella sin tener un dolor de bolsillo. Hay otra versión de Imaginarium, que tienen mis sobrinas, con mismo molde pero con una acabado infinitamente mejor, que ni necesita apaños. Como podéis ver, se compone de cuatro módulos independientes,  con un montón de piezas móviles, muy sencillas de desmontar y, aprovechando eso, con lo primero que me puse fue precisamente con los tiradores grandes rojos de los electrodomésticos. Simplemente con una capa de pintura plateada, ya os digo que el conjunto mejora exponencialmente:

Cómo personalizar una cocina de Barbie

Añado para dar más tensión a esta historia: se me agotó el bote a los dos segundos. Un disgustazo, porque no tengo otro metalizado igual de bueno, ya que cubre de manera uniforme de una pasada, seca rápido… En fin, que no cabían más lamentos, había que seguir trabajando. Lo siguiente fue cambiar el fondo de los módulos. No tiene mucha ciencia, es un cartón que sale con presionar un poco: yo lo forré en blanco y lo volví a colocar en su sitio. El fondo del horno lo quería metalizado, así que usé un poco de papel de aluminio y lo plastifiqué. Para salir del paso, bien, pero cuando vuelva a ser libre usaré cartulina plateada o le daré pintura en spray:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Si habéis llegado a este punto de customización y no os atrevéis a más, es más que suficiente. Ya tendrá un aspecto bastante mejor que el original y habrá perdido el aspecto «juguete» inicial, y bueno, si quitáis la pegatina de la cafetera sobre la pileta, ya ni os cuento 😁. Pero como hemos venido a jugar, yo voy a seguir un poco más. A mano en casa (y que me gustasen), tenía sólo dos opciones de color para las puertas, verde o gris. El gris en spray, lo que era una ventaja (más rápido y homogéneo en su aplicación, sin problemas de adherencia), y el verde, con el que iba a tocar usar pincel y ya veríamos cómo aguantaba. Tras una primera prueba en gris, lo descarté al momento, porque: a) las puertas quedaban muy sosas; y, b) tampoco me llegaba la pintura para todas. Que hay que ver cómo se evapora. Total, que la pintura en spray aún no seca del todo me sirvió como imprimación para pintar luego con la verde y así aproveché para pintar tres pares de puertas… hasta que, como os estaba diciendo, se me acabó el gris. Me quedaban entonces por pintar aún las blancas (motivo por el que decidí dejarlas así) y las «acristaladas», pero eso ya lo os contaré luego.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Con una buena parte de la cocina pintada en verde, el estilo ya había quedado bastante definido. Ahora había que decidir combinación de mesado, tiradores y frente, puntos en los que me jugaba el realismo (bueno, igual aquí me estoy pasando de dramática) y sobre todo la estética. Tenía otro bote de pintura metalizada aún disponible, color cobre. Claro que, si estaba disponible, era precisamente porque no lo uso demasiado y es que, a diferencia del plata, sale muy aguado y hay que dar mil capas  para que quede uniforme. Para colmo, tiene una potencia de aspersión que hace que salga todo volando al aplicarlo (lo mismo manché un poco el suelo también), y al recogerlo/agarrarlo te deja los dedos perdidos. Y ni lavando 50 veces al día las manos, como hago ahora, consigo quitar la pintura que parece mugre debajo de mi uña. Pues bien, concluyendo, ese bote de pintura es el que utilicé para tiradores, asa, grifo y hasta tostadora, porque será coñazo de aplicar, pero el color combina estupendamente:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Siguiente punto fundamental: el revestimiento de la pared. Aquí corté un pedazo de cartón siguiendo la silueta de la pared de los tres módulos con muebles. Ojo, no os olvidéis de lijar/raspar el soporte en el que se une el asa encima del fregadero, porque sobresale un poquillo. Una vez tengáis el cartón cortado, es todo elegir el diseño que queráis pegarle. Las opciones son infinitas y, de hecho, llegué a dudar mucho con la idea de poner azulejos, pero al final ganó el terrazo, que para algo está tan de moda. Y mira que no me gustaba nada de pequeña, pero está visto que no se puede escupir al cielo. Me descargué una foto de una baldosa que encontré en internet, tras adaptarla a la medida que buscaba la imprimí en cartulina y la luego la pegué…y ahora  ya la cocina empezaba a tomar forma.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

A estas alturas, con una sola pieza de pared uniendo los módulos, tocaba hacer lo mismo con el mesado. Y una aclaración necesaria en este punto: los módulos no encajan formando ángulos rectos perfectos, sino que si pegamos lado con lado, formarán un frente curvo (cóncavo o convexo según miréis de frente o no, tampoco sé cuál es cual, de hecho tampoco distingo izquierda y derecha y aquí estoy, escribiendo tutoriales). Así que nada de apretar, hay que dejar que ventilen un poco entre ellos. Eso no quita que con el tiempo los vaya a fijar a una «pared» trasera, pero por ahora se aguantan así. En cuanto al mesado, volviendo al tema, antes de nada, quité la cocina eléctrica original del juego para que quedasen todos los muebles a la misma altura. Que sí, muy chulas las lucecitas y el sonido… pero los hornillos eran un horror y no había forma de salvarlos y el frente de mandos era curvo.

Saqué otra vez un patrón con cartón, dejando hueco únicamente para el fregadero, que como va encajado en el mueble, decidí no cortar ni modificar, de forma que el mesado iría encima. Para darle más firmeza, además de elevar un poco el conjunto, uní tres piezas de cartón con las mismas medidas, con la salvedad de que, en la superior, dejaría un hueco más pequeño para el fregadero y así se disimularía más la unión.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Pegué las planchas una a una, con cola blanca, uniéndolas además con cinta de carrocero para mantener la tensión, y una vez secas, las cubrí con maderitas de tilo.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Y a estas alturas ya está casi todo listo. La pared la pegué sólo por un lado (el del asa), porque tengo que dejar fácil la mudanza 😅(la idea es pegarlos definitivamente cuando los fije a la pared esa de la que os acabo de hablar), y el mesado simplemente lo dejé apoyado (con idea de también pegarlo en un futuro). Como me quedaba un hueco en el módulo del horno, ahí pegué un frente de cartón, al que luego le pegué a su vez una foto que edité a medida de un horno real (plastificada, ojo, que nos tiene que durar) y, por último, pegué los mandos originales y alguna piececilla más a modo de botones:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

La placa de inducción también es una foto, impresa a medida, de una real que descargué de internet; la forré con cinta adhesiva transparente y, una vez recortada, la pegué sobre una tarjeta de plástico ligeramente más pequeña. Así, los bordes que sobresalen se doblan ligeramente y el resultado es estupendo:

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Me la olvidé al sol, mucho sol, y se me deformó. Que no os pase lo mismo.

Ya sólo quedan las últimas puertas. A estas alturas ya no tenía imprimación y se añadía una complicación, el material es distinto al de las otras, parece metacrilato pintado por su cara interior. Tras barajar varias opciones, al final opté por cubrirlas enteras, a juego con el mesado. Pegué con cinta de carrocero (como se despegue voy lista) unas piezas de cartón a las que pegué las tablitas. Tenía esperanzas entonces de hacer otra cosa con las tiendas abiertas, pero la verdad, me gusta bastante su acabado, así que en cualquier momento puedo fijarlas con pegamento y pista. Por cierto, la cinta de carrocero la usé para cubrir el «cajón» del fregadero, porque se puede pintar por encima estupendamente:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Vale que ahora no abren o cierran demasiado bien, pero tampoco lo hacían antes 😅. Y poco más que contaros de este diorama, salvo que le puse una base de centímetro y medio, para elevarla un poco y que esa base se compone de tres planchas de medio centímetro de cartón pluma pegadas, que forré con papel de fotografía blanco para que tuviesen un acabado más satinado.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Aún me quedan cosas por hacer, básicamente porque mi impresora me está chuleando miserablemente (imprime sólo cuando quiere, una desesperación), de hecho después de la foto anterior, aún conseguí imprimir tableros de mandos para el lavavajillas y el microondas:

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Mesa de Minimagine y sillas de Flying Tiger

Y bueno, no pierdo la esperanza de, con infinita paciencia,  conseguir imprimir también cajas y demás botecillos para llenar los muebles de comida. Pero esa será una segunda parte del tutorial de la cocina. Por hoy creo que llega, eso sí, espero que lo hayáis disfrutado…y ahora a colgar cosas del tipo #foodporn #healthyfood #goodfood

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Cómo molan las pijadas de Re-Ment

 

Soluciones rápidas: lámpara miniatura

Iba a incluirlo en la entrada de ayer…pero creo que acabo antes así y no la dejo tan larga, que la mayoría ni leéis hasta el final 😜. Este es un truquito ultra-rápido, sencillo y muy eficaz con el que podréis conseguir una lámpara ideal para vuestros dioramas a partir de cualquier jarroncito, sin carácter definitivo. Necesitáis poca cosa:

  • Un jarrón u otro recipiente (o sólido) que tenga posibilidad de apoyo plano en su parte superior.
  • La tapa de un bote de spray o cualquier otro tapón redondo que se acomode al tamaño que pretendáis.
  • Forro para la tulipa.

Los pasos:

Cómo montar una lámpara en un minuto

Consejos que se me ocurren:

  • Procurad que el tapón sea transparente, para que destaque menos (yo era el que tenía 🤷‍♀️).
  • El forro puede (y debe) rebasarlo, tanto por encima (para evitar que se vea, salvo que se mimetice bien o lo forréis debidamente, pero eso ya son dos minutos más) como por debajo (lo que impedirá que la tulipa quede demasiado alta). Es cosa de adaptarse siempre a lo que busquéis.
  • El forro de la foto es de papel de pared (me lo dio mi suegra, que le sobró de empapelar su baño), pero sirve cualquier cartulina un poco consistente, un pedazo de mantel individual de plástico o incluso de paja o caña, un cartón forrado con tela…en fin, que da para seguir un buen rato en plan Un, dos, tres, responda otra vez…y tampoco es para eso.

Y poco más que contar. Yo no lo he fijado, porque le saco mucho partido como jarrón, pero de hacerlo, no olvidéis pegarle un cable por detrás para que ya sea la bomba…y con esto, me voy a seguir teletrabajando. Sed felices, nadie puede serlo por vosotros.

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.

No hay nada como hacer de la necesidad virtud. En estos tiempos en los que no puedo bajar a mis tiendas de manualidades habituales a por material, me he propuesto ir tirando con lo que hay por casa, básicamente con el reciclaje de proyectos que nunca llegué a acabar porque sus expectativas de éxito eran remotas. La cosa es que hacía muchísimo tiempo que quería hacer una pared con ventana fija y, aunque ya lo intenté varias veces, el resultado nunca me había convencido demasiado: o quedaba mal, directamente (una no es infalible), o quedaba antiestético, que a efectos prácticos, para mí, es lo mismo. Y oye, estar encerrada en casa sin poder salir (yo me tomo el confinamiento en serio), se me antojó como el momento perfecto para intentarlo otra vez. Y eso, que a reciclar se ha dicho…

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.
Pantalón de pijama vintage, de Ken, y camiseta de Elenpriv.

La pared que veis se compone de dos planchas de cartón pluma, de medio centímetro de grosor cada una, pegadas cual panel de sándwich con cola, dejando en medio otra plancha más pequeña de metacrilato, que vendría a hacer la función de cristalera. Las objeciones a esta pared fueron muchas, empezando con que durante el proceso, el metacrilato se me manchó de pegamento y pintura (y a saber de qué más, que soy muy de picar algo a todas horas), y al intentar limpiarlo con acetona, el remedio fue casi peor que la enfermedad. Los colores para pared y marcos que elegí tampoco ayudaron, recordando más a una sala de espera de un hospital que a un interior con encanto. Y para colmo, como el ventanal era tan grande, no me dejaba casi sitio para muebles y cuadros, dejando al descubierto toda mi «trastienda» y su caos. Vamos, que no lo tiré a la basura porque no suelo perder nunca la esperanza y sobre todo, porque llevo un Diógenes dentro muy poderoso:

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.

Ambos lados de cartón pluma eran en principio idénticos (como os digo el metacrilato estaba en medio), con alféizar y todo, así que simplemente dándole la vuelta tenía otra oportunidad para empezar de nuevo. Eso sí, iba a evitar errores pasados y, lo primero, era reducir el tamaño de la ventana. La solución fue sencilla: pegué un trozo de cartón pluma a modo de parteluz contundente, de unos 7 centímetros de ancho, con lo que me quedaban a su vez dos vanos estupendos de más de 10 centímetros de ancho para montar las ventanas que quisiese. No hay fotos del proceso, porque no contaba con hacer un tutorial de esto, pero vaya, que no tiene mucha ciencia: una pieza a medida, pegada sobre el propio metacrilato y a la que para disimular las uniones, pegué un  folio de papel autoadhesivo normal:

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.
Flecha negra: se puede ver el folio con el que tapé mi añadido-chapucilla
Flecha blanca: listones provisionales, para hacer presión durante el secado de la cola.

Luego empecé a cubrir los huecos con maderitas de diferentes grosores, buscando un diseño más o menos mono: laterales y alféizar con palitos con un grosor tipo palo de helado que tapaban mejor el corte irregular del cartón pluma y, para lo que serían ya las «puertas» de la ventana (completamente falsas, porque van pegadas directamente al metacrilato), usé las mismas láminas finas de tilo que uso para los suelos entarimados, de 0,6 milímetros de grosor, con alguna de más relieve para travesaños y dar un toque decorativo a los marcos. Las posibilidades son infinitas, todo depende de vuestras ganas e imaginación.

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.
Uff, no os fijéis en los fallos, ya repasaré la pintura cuando consiga otro bote.

Y después de esto, a pintar. Hice varias pruebas de color, hasta que finalmente encontré  en el fondo del armario el bote de pintura tono gris paloma que usé con el diorama de la chimenea.

Diorama con ventanas: dormitorio cálido

Esto me va a permitir combinarlos en un futuro, sin olvidar tampoco que es un color que me encanta, que pasa del tostado al azulado según la luz del día o el filtro de instagramen flipada que le aplique:

Diorama con ventanas: dormitorio cálido

Y una vez montado, a disfrutarlo. Las ventanas, pensadas para poner sofá debajo sin que queden tapadas, son igualmente compatibles con un cabecero como el de esta foto. Es una simple pieza de cartón pluma, que pinté en el mismo tono más oscuro que usé con las ventanas, pero que al final decidí cubrir con el mismo tejido de la colcha: dos servilletas estupendas que compré hace unos meses en Zara Home. Por cierto, que ya os conté aquí los secretos de montaje de la cama, así que sigo con lo demás. Las sábanas y cojines también las hice con una bajera de Zara, que se me había desgarrado al sacarla de la lavadora (aún no me explico ahora cómo pudo pasar), pero que me vino de perlas para este conjunto. Eso sí, los cojines me dieron una lata estupenda, que estoy desentrenada con la aguja:

Diorama con ventanas: dormitorio cálido

Y aquí os dejo otros detalles que no se aprecian bien en la foto general. Por cierto, me gusta más la bandeja con chocolates que con macarons, pero si los preferís, no olvidéis que ya compartí el print hace unos añitos:

Diorama con ventanas: dormitorio cálido.

Y hasta aquí por hoy…mañana, si tengo ganas, ya reeditaré la entrada con alguna fotilla más.