Hoy toca título de flipada total, pero es que en la Convención de Barbie 2016 pude comprobar que algunos puntos del montaje del diorama rápido de fotos no habían quedado del todo claros, así que, después de haberme tomado mi tiempo (el primer borrador de esta entrada tiene ya más de un año e incluso ya ha pasado otra Convención, así que puedo confirmar sin que me tiemble el pulso que la inmediatez no está entre mis cualidades como redactora de blog), me he propuesto subsanarlo…siguiendo la máxima de que más vale tarde que nunca. Cuando empecé por aquí, uno de los primeros temas que traté precisamente fue el de los tutoriales de dioramas. Evidentemente, cada coleccionista debe adaptarse a dos factores básicos, que son sus necesidades y sus posibilidades. En mi caso, como en el de muchos, las necesidades son casi infinitas y las posibilidades limitadas, o lo que es lo mismo, me encanta cambiar de decorado en las fotos de interior pero vivo en un piso pequeño y no puedo (o al menos no debo) llenarlo de trapalladas.

Las planchas están sobre la mesa IKEA PS 2012, con superficie que también sirve de suelo, aunque la he manchado un poco de pintura verde, por no protegerla debidamente. No lo volveré a hacer más.
Pues bien, para conseguir satisfacer los dos factores anteriores, como ya os he contado muchas veces, me sirvo de planchas que voy combinando para montar suelos, paredes y zócalos.
Ya os expliqué en su día (y seguro que me he repetido muchas veces más) que tanto suelos como zócalos, los vengo montando sobre una base de madera de balsa de 3 milímetros de grosor, porque soporta perfectamente el encolado y posterior pintado y/o barnizado sin deformarse al tiempo que se presenta como un material duradero y de más calidad (hay que rentabilizar el esfuerzo), mientras que las paredes las suelo utilizar de cartón pluma, tema en el que me voy a centrar hoy.
El cartón pluma básico (que también lo hay reforzado) tiene un montón de ventajas: es muy barato y sencillo de conseguir (lo suelen tener en cualquier tienda de manualidades), tiene múltiples formatos para así adaptarse a nuestras necesidades y además es muy fácil trabajar con él, tanto para cortar como para atravesar con alfileres. Las dimensiones evidentemente dependen de cómo de grande sea el diorama que queremos montar. Yo suelo utilizar siempre un largo de 60 cms (coincidiendo con mis zócalos) y de alto sobre 42 cms, de forma que mis muñecas escala 1/6 pueden posar en pié perfectamente, sin sobrepasar nunca la pared.
En cuanto al grosor, a la hora de optar por un formato de los habituales, no recomiendo el de 3 mm, ya que es demasiado fino, lo que implica que deja pasar luz y se deforma con facilidad, sobre todo en dimensiones grandes (y terrazas húmedas gallegas, no tanto por el clima como por constructores chapuceros). Ahora bien, no usarlo de fondo no descarta que en ese pequeño grosor se utilice para ornamentos, marcos de ventanas y puertas, y en general cualquier otra forma de poner relieves a la pared.

En esta foto antigua, las claridades en la pared se deben a que transluce
Para mis primeras paredes utilicé principalmente un grosor de 1 cm, porque me parecía más resistente, sobre todo a la hora de aplicarles pintura, pero las últimas que estoy usando son de 0,5 cm y la verdad es que responden estupendamente y aguantan sin estropearse ni deformarse, pintura y todo (ojo, guardándalos en posición horizontal). Ya en cuanto a la forma de unir las partes, no os voy a descubrir nada, porque es más simple que el mecanismo de una peonza: un sujetalibros y un poco de cinta de carrocero (marcada con la flecha roja) para evitar disgustos (que las corrientes de aire las carga el diablo 😉 ).
Y si en nuestra foto queremos una perspectiva oblicua en vez de frontal, nada más fácil de conseguir con un par de alfileres:

Uy, se me ha roto una tablita, mecachissss.
Y aquí aprovecho para destacar otra ventaja del formato de medio centímetro y es que queda mejor si queréis montarle ventanas o puertas móviles como la de la esta foto:

Para info de ventana y muebles, pinchad aquí
Hasta aquí, relato de paredes básicas, pero algo que me pregunta mucho la gente es por las paredes de papel pintado que uso. Pues bien, las primeras grandes que usé, con un tamaño compatible con el formato DIN A 2, esto es 42 x 59,4 centímetros, las preparé con un programa gráfico en el ordenador, y las llevé a imprimir a una copistería. Inconvenientes: además de manejarte con los programas, encontrar una copistería que imprima a ese tamaño y que además te lo haga al momento.

Ocupa toda la superficie y con un poco de cinta adhesiva por los bordes, la pared aguanta años, salvo por los malditos lepisma saccharina,que se lo han empezado a comer por abajo.
Así que pronto me pasé a la segunda opción, mucho más cómoda, que es imprimir en casa. Y para eso fue clave tener ya hechos los zócalos. Un folio no llega a los 30 centímetros en su extremo más largo, así que es evidente que no cubre los más de 40 centímetros de alto de la pared, pero gracias al zócalo de 15 cms de alto, salvo esa dificultad, y con tres folios tengo de sobra. Inconvenientes de esta opción: hacer cálculos para que casen bien las uniones de los folios y, sobre todo, el pastizal en que salen los cartuchos de tinta de impresora…¡más de 100 euros me dejé el otro día! En fin, dramas económicos al margen, los tres folios que necesito para mis paredes, unidos con cinta adhesiva por detrás, quedan tal que así:
Y para sujetarlos con un par de alfileres tenemos de sobra, ya que una vez se pone el zócalo y se sujeta con un par de pinzas queda completamente fijado:
Más fácil no puede ser. Por cierto, que ayer me olvidé de incluir una recomendación, y eso que tenía las fotos listas y todo, así que aquí va actualización de entrada. Por mucho que me guste cambiar de fondos, hay algunos que uso muchísimo, así que esos los he impreso en folios adhesivos, y los he pegado directamente en la plancha de cartón pluma, de forma que montarlos es aún más rápido, como el de la foto, que es de lo más básico y combinable que hay:

Aprovecho también: la muñeca viste camisa y pantalones de Clear-lan (agotados), camiseta de Euphoria Dolls, sombrero de Encarna Olivas, gafas y deportivas de Barbie.
En cuanto a otras dudas frecuentes, como ¿de dónde saco los diseños? pues de revistas de decoración (me dejo una pasta considerable en AD, entre otras), buscando mucho en internet, sobre todo en webs especializadas en venta de papel pintado que suelen compartir muestras descargables. También algunas me las invento yo misma, partiendo de diseños geométricos básicos. En cualquier caso, siempre que utilizo un papel «real», intento poner su diseñador o marca, en especial en la primera publicación que le dedico, porque no olvido que detrás de cada uno hay un esfuerzo real que debemos respetar. Desde luego, hay más opciones, como utilizar cartulinas, telas o papeles estampados como los de regalo, debiendo en este último caso, procurar que no sean demasiado satinados, porque entonces brillarán y estropearán bastante la foto. También hay papeles en venta en tiendas especializadas en casas a escala, pero tened presente en este último caso, que el formato habitual es el de la escala 1/12, y Barbie es 1/6, el doble de grande, así que le quedará corto. Con el truco del zócalo se solventa fácil, pero utilizad diseños compatibles. Esto último también es aplicable a los prints que podéis encontrar en google o cualquier otro buscador de internet.
A la espera de más dudas, me despido aprovechando para publicar un diorama que aún no había compartido por aquí (por despiste más que nada). El papel de pared es de los primeros que preparé en su día, ya que su diseñador, Jonathan Adler, tuvo su propia Barbie y muebles que la acompañaban y a los que saqué fotos hasta hartarme. Suelo y zócalo los tenéis en los tutoriales. El mueble es de Marcia Harrys, las sillas de Tiger y la alfombra es un salvamanteles. Libros, revistas, cuadros y plantas, también están en tutoriales y por último, pero no menos importante, la muñeca lleva vestido de Dress, top blanco de Kosucas y sandalias de Malibú Barbie by Trina Turk. Y ahora ya me despido, menuda chapa…Venga, disfrutad del finde.
No sé cómo me había saltado este post y hoy lo he visto por casualidad. Qué chulada, muchísimas gracias como siempre por todo lo que compartes. Yo también dibujo (en mi caso con Photoshop) fondos para las paredes, creía que tú de alguna forma usabas los originales y no me explicaba cómo iban bien de escala.
Lo del sujeta-libros ni se me había ocurrido. Yo apoyo las «paredes» contra mi pared real, pero a veces se vuelca hacia delante. Así que tomo nota 😀
Besos,
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