Aún nos queda una buena temporadita en casa a quienes, como yo, no tenemos un trabajo que nos exija salir de ella todos los días. Y sin olvidar aquí mi profundo agradecimiento a toda esa gente que nos está haciendo la vida más fácil, proporcionándonos seguridad, salud y alimento, el post de hoy, sin embargo, está especialmente pensado para el resto. Es decir, los que no sabéis ya qué serie de Netflix ver o qué revista releer. La idea es poder entreteneros un rato, para que las tardes se os hagan un poquito más cortas y dejéis en paz la nevera, que admitámoslo, nunca la hemos tenido tan llena.
Os confieso que hace tanto que no preparo revistas que me ha costado un horror acabarlas. Menos mal que tenía unas cuantas aún sin compartir, sino no publico en la vida. Pero creo que el esfuerzo ha valido la pena:
Eso sí, os advierto que, a diferencia de otras veces, no he hecho un montón de pruebas de impresión. No puedo quedarme sin tinta de la impresora, que no está la cosa para bajar a por ella. Dicho esto, para conseguir el archivo simplemente tenéis que pinchar aquí:
En cuanto al proceso, encontraréis todos los pasos en este link:
https://bonequea.com/2015/03/15/imprimibles-de-revistas-tutorial/
Completado por este otro:
Tengo ya otros imprimibles en marcha, pero recordad que en el blog podéis encontrar un montón con los que llenar vuestras mini-estanterías:

Sofá de Marcia Harrys, estantería original de Ikea
Y ahora sí, antes de despedirme, una aclaración que ya voy teniendo muchas ganas de hacer (como que lleva aquí en borradores más de un año). Yo no vendo ninguna de las manualidades o imprimibles que comparto. Más al contrario, os pongo todo lo que puedo a vuestra disposición absolutamente gratis, para que paséis un buen rato de mini-bricolaje. Quiero decir con esto que no tengo absolutamente nada que ver con quien las vende y que una cosa es el orgullo y satisfacción borbónica que me produce toparme con mis bolsas, cajas o revistas por internet, porque así compruebo que me leéis y seguís mis consejos (una también tiene su corazoncito ególatra), pero otra muy distinta es ver que se está cobrando por ellos, olvidando convenientemente tanto mi autoría como que se trata de prints gratuitos; vamos, que me provoca una evidente desazón que me lleva a soltar algún que otro taco. Como estos días no toca dejarme llevar por mi mezquindad ni hacer hincapié en cosas tan prosaicas y, además, como cuando quiero drama veo Pride and Prejudice (así, en VOS, que el doblaje español no me resulta suficientemente afectado para poder llorar a gusto), paso ya del tema para siempre, esperando, eso sí, haber hecho mella en la conciencia de l@s aludid@s.