El título de la entrada de hoy es un fake como un mundo…y si me apuráis, sólo falta pediros vuestros datos personales para que sea prácticamente pishing, porque cuando parecía que no podía llegar a límites aún más lamentables de llevanza de un blog, va y lo consigo. Si es que estoy hecha una crack.
Única foto en el aeropuerto, que a la que te despistas te tramitan una tarjeta de crédito
Pero antes de seguir flagelándome, voy a explicar el motivo de mis remordimientos: casi no saqué fotos durante la Convención. Y dicho esto, voy a intentar justificarme: es la quinta convención española a la que asisto. En la primera yo creo que saqué fotos hasta a los rollos de papel higiénico, pero en ésta ya era cosa de, simple y llanamente, disfrutar y olvidarme de fotos, redes sociales y demás. Y no lo lamento, un año más volví a pasarlo pipa y de nuevo se me pasó el fin de semana en un suspiro. Así que ya que no hay casi fotos, voy a ver si publico esto antes de que pase medio año, como otras veces 😉 .
Y ahora voy a intentar hacer un resumen rápido de lo que viví este año. Como las últimas ediciones, llegamos el viernes (hablo en plural porque me llevo sufrido compañero) y ya nada más bajar del taxi nos encontramos un montón de gente en la puerta, así que después de dejar las maletas en la habitación del hotel y asearnos lo justo, nos entregamos a los reencuentros. Con la posibilidad de hacer preinscripción ese mismo día, recogimos nuestros kits de bienvenida y ya sin preocupaciones para la mañana siguiente, tiramos para la cena en el restaurante que está justo enfrente del hotel, que como también los últimos años, organiza Begoña, del blog Mis Barbies negras (ya sólo por encargarse de esto, merece un monumento, palabra). En la cena más charloteo y más reencuentros, pero al final, claro, hubo que ir a descansar, que ya no tenemos cuerpo para tanta jarana. Como mi sufrido acompañante duerme más que una marmota, la mañana la aproveché para ultimar los detalles de los regalos de mesa (si no es todo a última hora, no soy yo), y entre eso, un poco de marujeo, y algún que otro trapicheo de cosas de Barbie (entiéndase cita con mi camello habitual, o camella, para ser más exacta), me voló la mañana, y creedme que lo sentí, porque me perdí la estupendísima charla sobre las Vintages (lo ha dicho todo el mundo), y eso que le tenía unas ganas tremendas. Si es que ya lo decía Cortázar, no nos alcanza el tiempo o nosotros a él…(nota pedante/literaria para compensar lo cutre del relato).
Siguiente punto de agenda, foto de grupo y la comida, esta vez ya incluida en la organización de la Convención…y aún más charloteo. A continuación tuvo lugar la presentación de los cosplays…una auténtica pasada, el nivel de los participantes tiraba para atrás. Luego taller de las Cosicas de Nuria (con la fortunaza de ponerle cara a gente que conocía sólo virtualmente, y comprobar que en carne y hueso aún molan más) y a arreglarse pronto para la cena. Por favor, qué estrés.

Nuestra mesa, con los regalos listos y esperando a ser abiertos
Como todos los años, el salón estaba decorado siguiendo la temática de la convención, y nuestra mesa, no es por presumir ya que es un hecho objetivo, era la mejor (mi mierdifoto no le hace justicia). Marta, la jefa de mesa de este año, se curró una decoración increíble, luces y todo. La cena discurrió estupendamente, como no podía ser de otro modo cuando la compartes con gente tan agradable y encima te dan comida rica y regalazos, en fin, que no se podía pedir más…o sí, cuando ya estaba yo medio K.O. por la panzada (cené un montón, malditos genes de la gula), empezaron los premios y regalos de los concursos. Y el momentazo de la noche, pero por partes, que no me quiero anticipar.

Ahora que la vuelvo a analizar, creo que hubiese quedado mejor sólo con su mitad izquierda
Mi foto no ganó este año (ya me decían en casa que era un poco mojón, así dando ánimos), pero es que como para ganar al increíble David Bocci. También se dieron los premios a los Cosplays, vuelvo a repetir, menudo nivelazo, nunca me ha parecido tan difícil votar. Y ya momento muñeca honorífica, la Queen Pirate que este año ha venido de la mano de Sebastian Atelier…y aquí ya se comenzó a fraguar ¡el momentazo! (ahora ya sí).

Desde la organización pidieron a los asistentes que buscasen en la caja unas monedas canjeables por premio especial… creo que eran tres las afortunadas, aunque me perdí entre el jaleo, que se llevaban de premio automáticamente a la parejita de Moschino…pero en ese momento Gloria, nuestra super jefaza de la Organización, hizo el anuncio de la noche. No había sólo ésas, sino que se iban a sortear más de cincuenta cajas entre los asistentes. ¡LOCURÓN!

Entrega de Moschinos: no podía pedir permiso a todos los de la foto, así que los he editado un poquito para preservar su anonimato
Mediante un programa informático empezaron a salir en la pantalla del escenario los ganadores, que subieron todos juntos a por su premio, uno tras otro, de forma imparable así como eran llamados por la organización. En mi mesa cayeron cuatro, no os digo más. Después de eso ya fue todo un frenesí. Nos dio lo mismo que la muñeca oficial de Mattel fuese igual que la de Portugal, (ya sabéis, aquella colección tan cutre/choni que nos puso de uñas a los coleccionistas de todo el mundo desde su presentación)…porque nuestra convención ya era oficialmente THE MOST MOSCHINO CONVENTION EVER. A mi no me tocó nada (siguiendo la tónica de mi fortuna habitual) pero sí a mi sufrido compañero, de hecho, aunque luego protesta, me lo traigo porque parece que nació con una flor en el culo y siempre le toca todo, y gracias a eso, a día de hoy, tras una ardua negociación, puedo decir que la parejita multicolor ya es mía.

Ya en casa, con mis otras Moschino
Tras el momentazo y los cafés, a por los dancings y el copeo en la sala acondicionada como discoteca. Otra de las grandes ocasiones de la noche. Si sólo tuvieran un mejor ron para los cubatillas, ya sería perfecto todo…Y a dormir.

Encuentra las diferencias con la portuguesa 😉
No pegué ojo, entre que me pasé de comida y los nervios con tanta emoción, no hubo manera…pero daba igual, más preparada para la sala de ventas (en realidad dividida en dos salas), que este año fue una barbaridad. Cuando acabé de dar la vuelta por el salón principal, algunos puestos estaban ya «en los huesos». Menos mal, porque así y todo me dejé un riñón…(gracias al cielo que mi madre no me lee, si no me manda a rehabilitación seguro).
Vídeo malísimo que no hace justicia ni de lejos al diorama
No hace falta que os explique otra vez que en ese momento no estaba para fotos, además de compras había reencuentros y presentaciones de más gente (qué ilusión, chicas, conoceros). Saqué alguna en el stand de Marcia Harrys, porque era una auténtica maravilla el diorama que llevó Edel, pero en mi aturdimiento ni se me ocurrió activar el flash (la sala tiene una luz malísima), es decir, un desastre. Otro que habitualmente presenta sus muñecas en unos dioramas increíbles es David Bocci, pero igualmente, cuando por fin me centré ya había vendido la mitad y en las pocas fotos que tengo, he conseguido sacar tan maaaaal a la gente, que por su bien, no me atrevo a compartirlas (Carmen, Lara, y muchos más, de verdad que me lo agradeceréis). Si ni me fijé en la muñeca que dona Mattel para la subasta solidaria…vamos, lo que se dice estar descentrada y básicamente en este estado:

Después de comer aún faltaban más rifas y sorteos, cerrar maletas y despedirnos de la gente, pero no por mucho tiempo. El aeropuerto estaba lleno de Barbie-frikies como yo (mismamente medio Canarias), y fue una verdadera gozada la cena en el Mac con mis compis gallegas (por naturaleza o adopción), sobre todo mientras rememorábamos los mejores momentos del fin de semana. Para casa me traje otra vez experiencias geniales, y ya de paso un pequeño cargamento de cosillas de Barbie. Por cierto, volvemos a retomar la búsqueda urgente de piso más grande:

De hecho, tengo material para más de media docena de entradas completas 😉 Y en cualquier caso, por si os habéis quedado muy frustrados con la falta de imágenes reales de la Conven, ya os comento que Lionel, de la Organización, se pasó todo el fin de semana sacando fotos, que podéis encontrar en la página de Facebook de Spanish Doll Convention. ¡Y la gente sale guapísima! no como en las que he perpetrado yo…
En fin, que después de este tocho ya cae de cajón mi conclusión: el año que viene repito. Nos vemos allí.
¡Fe de erratas (y despistes) tras lectura posterior!
1.- No he dado las gracias a la Organización, por currárselo y darlo todo para que lo pasásemos de lujo un año más. No son empleados contratados, no, son coleccionistas y frikifans de esta muñeca como los demás (con todo lo que eso conlleva), y que a cambio sólo de ilusión, dejan su esfuerzo en hacer que sea de las mejores Convens de Europa (vale que aquí me pierde la subjetividad, pero como lo ha dicho Juan Alexander, que no se pierde una, a ver quién lo discute).
2.- El anuncio de las Moschino en realidad fue cosa de otro miembro de la Organización, Iván (el momento ya os digo que fue de locura, con anuncios que no paraban desde el escenario), y si he mencionado a Gloria es porque fue ella la que ya nos explicó a modo de discurso improvisado, mientras subía la gente a por su premio en un momento cargado de emoción, cómo tanta abundancia de muñeca era cosa de Mattel, que con este gesto recompensaba y reconocía lo que os acabo de escribir en el párrafo anterior.
3.- Ya lo he puesto en el texto, pero lo destaco más: ha sido una gozada reencontrarme con AMIG@S, conocer a gente nueva y poner cara y sobre todo voz a la que sólo conocía por internet. Pero también me han faltado muchos, y es que este año fue la primera vez para un montón asistentes, lo que implica que otros tantos han dejado su hueco y desde luego que se les ha echado de menos.