Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Hace un par de años, en pleno confinamiento por la pandemia, os conté el proceso que seguí para customizar una cocina de juguete y transformarla en una versión más realista y actual:

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Foto de cuando me lo curraba con la Réflex, no como ahora, que todo va con móvil 😜

Pero aunque me quedó bastante apañada, tenía aún el gusanillo de montar una completamente original, partiendo desde cero. Y cuando llegó a casa la nevera de Aizul Homey esa apetencia se convirtió en necesidad, porque dado su tamaño ¡no-me-cabía en la cocina verde! Y es que a diferencia de foto que precede este párrafo, la cocina estaba ya integrada en mi #SúperCasaDeBarbie, con lo que no se podía expandir a lo largo, sino que tenía que acomodarse al espacio disponible, formando una pequeña L con la nevera en un extremo y, la recién llegada, como os digo, era (y es) considerablemente más profunda que la original.


Aquí ya me había pasado al móvil…

La idea que está presente permanentemente en esta casa es la versatilidad. O lo que es lo mismo, que haciendo pequeños cambios pueda transformarse totalmente sin necesidad de montar una nueva megaestructura (que no os exagero, se me fue la mano y ocupa una barbaridad). De hecho, la cocina original se apoya en un módulo independiente, que se puede extraer sin dificultad, como podéis ver aquí, en la fase de montaje original:

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Y aquí encima de foto cutre, sin luz

Sin embargo, al final decidí no montar otro módulo de cocina, porque me daba pereza ir a la ferretería a comprar más tablas (básicamente porque siempre me confundo con las medidas y tengo que volver dos o tres veces). Además, el módulo ocupa un montón y no estaba yo para volver a llenar la casa de trastos, sin olvidar también que me daba pena despegar la cocina antigua, porque me había quedado muy bien encajada y quería poder volver a usarla sin esforzarme demasiado. Así que finalmente decidí despegar únicamente la nevera y «tapiar» el resto. Cierto que la nueva cocina me iba a quedar muy pequeña, pero nada impide colocarla en otro espacio para fotos. Además, no me quedaría tan oscura al ocupar una posición más adelantada:

Lo primero, como siempre, documentarme para encontrar inspiración, aunque ya tenía algo claro: quería azulejos tipo Zellige, madera natural y tonos arena/crudo con efecto estuco…la cosa era cómo conseguir cristalizar esta idea 😵:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Y la verdad es que para eso tuve ayuda, que vino de una de mis tiendas de manualidades de referencia, Arte. Tiene un poco de todo y, además, está especializada en modelismo y casas escala 1/12, lo que es una auténtica gozada. Allí me recomendaron que probase con la porcelana fría y, efectivamente, fue un acierto:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.
Foto del bote de porcelana fría y del de yeso que usaré luego.

He visto por youtube un montón de tutoriales de cómo hacer porcelana fría en casa (por cierto, que creo que se llamaba miga de pan cuando era pequeña), pero comprada es comodísima y un resultado estupendo está prácticamente garantizado. Es muy fácil de manejar, infinitamente más limpia y menos peligrosa (en todos los sentidos) que el Fimo, y encima seca bastante rápido. Empecé probándola poco a poco, haciendo tiras pequeñitas que estiré sobre una plancha de corte (que no sobrevivió a todo el proceso de la cocina, aunque esa es otra historia), y que luego corté siguiendo las líneas de la plancha sirviéndome de una regla fina de acero, que cuando compré en Zara Home pensé que era una tontá, y al final resulta que me da la vida para estas cosas.

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Como es decía, este material empieza a secar bastante rápido, en especial cuanto más fino lo trabajéis. De hecho en un par de horas es fácil despegarlo de su base. Ahora bien, una cautela a tener presente es que a medida que se va secando, a veces se retuerce y abomba, en especial cuando se trata de planchas grandes, así que cuando ya empieza a estar un poco rígido, no está de más ponerle algún peso para mantener su forma plana de base, con precaución de no aplastarlo, claro. Para el estilo que buscaba, cuando más irregular e imperfecta la pieza, mejor, pero por supuesto, el acabado es cosa del gusto de cada uno y de cuánto rodillo quiera pasarle.

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.
Cuanto más irregulares, mejor.

En lo que se refiere a su tamaño, éstas miden un centímetro de lado y, poco a poco, a medida que fui cogiendo más soltura, fui también cortando más tandas de cada vez. Vamos, que la primera pared que hice con esta técnica me llevó casi una semana, pero la siguiente en un día y sobrando tiempo. Para pegarlas sobre la tabla/pared utilicé cola blanca de carpintero que con este material funciona perfectamente. Medí la altura a la que quería dejar el mesado, marqué con cinta de carrocero y lápiz, y empecé a cubrir:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Una vez cubierta la superficie (que pudo ser más grande, pero es que tengo una vida que atender), el resto de la pared hasta el techo la cubrí con una capa de yeso blanco, que además de servir de imprimación para facilitar la cobertura de pintura, le dió el aspecto irregular tipo estucado que buscaba:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Para pintar utilicé la misma gama de color para los azulejos y la pared, combinando varios colores de tonalidades arena:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Y por fin, una vez secó la pintura, cubrí los azulejos con barniz cerámico, que como el propio bote indica, es un barniz de acabado para conseguir un aspecto vítreo o cerámico y del que ya os escribí cuando compartí por aquí otro tutorial de azulejos (pinchad en las letras negritas, que esta vez paso de repetirme 😜), aunque en aquella ocasión los hice con cartulina y cartón:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Iba a tapar las juntas con masilla, pero me gustó como había quedado la tonalidad final y no quería estropearla. Y hasta aquí la explicación de hoy. Espero poder contaros pronto cómo siguió el proceso de la cocina (el más accidentado también), con mueble y encimera, hasta llegar a este resultado que ya os dejo en avance:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Pero hasta las vacaciones me parece que váis a tener que esperar, 😅. Confesaros, eso sí, que esto de la porcelana fría engancha, así que ya ando en proceso de alicatarles el baño, aunque como esta vez elegí unos colores que no acaban de convencerme, creo que me tocará volver a empezar:

Cómo hacer una cocina para Barbie (I): los azulejos.

Ya me contaréis si os animáis también con esta idea y cómo os ha ido con ella. Espero saludaros por aquí bien pronto 😉

Cómo personalizar una cocina para Barbie

A estas alturas de cuarentena y aún no he cocido pan, ni ordenado el armario ni hecho limpieza de cajones, pero al menos me estoy poniendo al día con viejos proyectos de Barbie… y cuando digo viejos no exagero, porque en el año 2013 ya tenía esta cocina, con ganas de «trasnformarla» desde el minuto uno. La culpa, de mi amiga Vane, que tenía la versión más guay (inasequible ya entonces) y bueno, que fuese un poco fulerilla tampoco ayudaba demasiado a quererla tal como era 😅:

Cómo personalizar una cocina de Barbie
La susodicha, versión de stock.

Esta cocina o muy similar (rosa fundamentalmente) se encuentra aún sin demasiados problemas por Ebay y Aliexpress, incluso he leído comentarios de que también se vende en bazares tipo «Todo a cien» (toma viejunada), con un precio que ronda entre los 20 y 30 euros, más envío. Vamos, que se puede arriesgar con ella sin tener un dolor de bolsillo. Hay otra versión de Imaginarium, que tienen mis sobrinas, con mismo molde pero con una acabado infinitamente mejor, que ni necesita apaños. Como podéis ver, se compone de cuatro módulos independientes,  con un montón de piezas móviles, muy sencillas de desmontar y, aprovechando eso, con lo primero que me puse fue precisamente con los tiradores grandes rojos de los electrodomésticos. Simplemente con una capa de pintura plateada, ya os digo que el conjunto mejora exponencialmente:

Cómo personalizar una cocina de Barbie

Añado para dar más tensión a esta historia: se me agotó el bote a los dos segundos. Un disgustazo, porque no tengo otro metalizado igual de bueno, ya que cubre de manera uniforme de una pasada, seca rápido… En fin, que no cabían más lamentos, había que seguir trabajando. Lo siguiente fue cambiar el fondo de los módulos. No tiene mucha ciencia, es un cartón que sale con presionar un poco: yo lo forré en blanco y lo volví a colocar en su sitio. El fondo del horno lo quería metalizado, así que usé un poco de papel de aluminio y lo plastifiqué. Para salir del paso, bien, pero cuando vuelva a ser libre usaré cartulina plateada o le daré pintura en spray:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Si habéis llegado a este punto de customización y no os atrevéis a más, es más que suficiente. Ya tendrá un aspecto bastante mejor que el original y habrá perdido el aspecto «juguete» inicial, y bueno, si quitáis la pegatina de la cafetera sobre la pileta, ya ni os cuento 😁. Pero como hemos venido a jugar, yo voy a seguir un poco más. A mano en casa (y que me gustasen), tenía sólo dos opciones de color para las puertas, verde o gris. El gris en spray, lo que era una ventaja (más rápido y homogéneo en su aplicación, sin problemas de adherencia), y el verde, con el que iba a tocar usar pincel y ya veríamos cómo aguantaba. Tras una primera prueba en gris, lo descarté al momento, porque: a) las puertas quedaban muy sosas; y, b) tampoco me llegaba la pintura para todas. Que hay que ver cómo se evapora. Total, que la pintura en spray aún no seca del todo me sirvió como imprimación para pintar luego con la verde y así aproveché para pintar tres pares de puertas… hasta que, como os estaba diciendo, se me acabó el gris. Me quedaban entonces por pintar aún las blancas (motivo por el que decidí dejarlas así) y las «acristaladas», pero eso ya lo os contaré luego.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Con una buena parte de la cocina pintada en verde, el estilo ya había quedado bastante definido. Ahora había que decidir combinación de mesado, tiradores y frente, puntos en los que me jugaba el realismo (bueno, igual aquí me estoy pasando de dramática) y sobre todo la estética. Tenía otro bote de pintura metalizada aún disponible, color cobre. Claro que, si estaba disponible, era precisamente porque no lo uso demasiado y es que, a diferencia del plata, sale muy aguado y hay que dar mil capas  para que quede uniforme. Para colmo, tiene una potencia de aspersión que hace que salga todo volando al aplicarlo (lo mismo manché un poco el suelo también), y al recogerlo/agarrarlo te deja los dedos perdidos. Y ni lavando 50 veces al día las manos, como hago ahora, consigo quitar la pintura que parece mugre debajo de mi uña. Pues bien, concluyendo, ese bote de pintura es el que utilicé para tiradores, asa, grifo y hasta tostadora, porque será coñazo de aplicar, pero el color combina estupendamente:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Siguiente punto fundamental: el revestimiento de la pared. Aquí corté un pedazo de cartón siguiendo la silueta de la pared de los tres módulos con muebles. Ojo, no os olvidéis de lijar/raspar el soporte en el que se une el asa encima del fregadero, porque sobresale un poquillo. Una vez tengáis el cartón cortado, es todo elegir el diseño que queráis pegarle. Las opciones son infinitas y, de hecho, llegué a dudar mucho con la idea de poner azulejos, pero al final ganó el terrazo, que para algo está tan de moda. Y mira que no me gustaba nada de pequeña, pero está visto que no se puede escupir al cielo. Me descargué una foto de una baldosa que encontré en internet, tras adaptarla a la medida que buscaba la imprimí en cartulina y la luego la pegué…y ahora  ya la cocina empezaba a tomar forma.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

A estas alturas, con una sola pieza de pared uniendo los módulos, tocaba hacer lo mismo con el mesado. Y una aclaración necesaria en este punto: los módulos no encajan formando ángulos rectos perfectos, sino que si pegamos lado con lado, formarán un frente curvo (cóncavo o convexo según miréis de frente o no, tampoco sé cuál es cual, de hecho tampoco distingo izquierda y derecha y aquí estoy, escribiendo tutoriales). Así que nada de apretar, hay que dejar que ventilen un poco entre ellos. Eso no quita que con el tiempo los vaya a fijar a una «pared» trasera, pero por ahora se aguantan así. En cuanto al mesado, volviendo al tema, antes de nada, quité la cocina eléctrica original del juego para que quedasen todos los muebles a la misma altura. Que sí, muy chulas las lucecitas y el sonido… pero los hornillos eran un horror y no había forma de salvarlos y el frente de mandos era curvo.

Saqué otra vez un patrón con cartón, dejando hueco únicamente para el fregadero, que como va encajado en el mueble, decidí no cortar ni modificar, de forma que el mesado iría encima. Para darle más firmeza, además de elevar un poco el conjunto, uní tres piezas de cartón con las mismas medidas, con la salvedad de que, en la superior, dejaría un hueco más pequeño para el fregadero y así se disimularía más la unión.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Pegué las planchas una a una, con cola blanca, uniéndolas además con cinta de carrocero para mantener la tensión, y una vez secas, las cubrí con maderitas de tilo.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Y a estas alturas ya está casi todo listo. La pared la pegué sólo por un lado (el del asa), porque tengo que dejar fácil la mudanza 😅(la idea es pegarlos definitivamente cuando los fije a la pared esa de la que os acabo de hablar), y el mesado simplemente lo dejé apoyado (con idea de también pegarlo en un futuro). Como me quedaba un hueco en el módulo del horno, ahí pegué un frente de cartón, al que luego le pegué a su vez una foto que edité a medida de un horno real (plastificada, ojo, que nos tiene que durar) y, por último, pegué los mandos originales y alguna piececilla más a modo de botones:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

La placa de inducción también es una foto, impresa a medida, de una real que descargué de internet; la forré con cinta adhesiva transparente y, una vez recortada, la pegué sobre una tarjeta de plástico ligeramente más pequeña. Así, los bordes que sobresalen se doblan ligeramente y el resultado es estupendo:

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Me la olvidé al sol, mucho sol, y se me deformó. Que no os pase lo mismo.

Ya sólo quedan las últimas puertas. A estas alturas ya no tenía imprimación y se añadía una complicación, el material es distinto al de las otras, parece metacrilato pintado por su cara interior. Tras barajar varias opciones, al final opté por cubrirlas enteras, a juego con el mesado. Pegué con cinta de carrocero (como se despegue voy lista) unas piezas de cartón a las que pegué las tablitas. Tenía esperanzas entonces de hacer otra cosa con las tiendas abiertas, pero la verdad, me gusta bastante su acabado, así que en cualquier momento puedo fijarlas con pegamento y pista. Por cierto, la cinta de carrocero la usé para cubrir el «cajón» del fregadero, porque se puede pintar por encima estupendamente:

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Vale que ahora no abren o cierran demasiado bien, pero tampoco lo hacían antes 😅. Y poco más que contaros de este diorama, salvo que le puse una base de centímetro y medio, para elevarla un poco y que esa base se compone de tres planchas de medio centímetro de cartón pluma pegadas, que forré con papel de fotografía blanco para que tuviesen un acabado más satinado.

Cómo personalizar una cocina para Barbie

Aún me quedan cosas por hacer, básicamente porque mi impresora me está chuleando miserablemente (imprime sólo cuando quiere, una desesperación), de hecho después de la foto anterior, aún conseguí imprimir tableros de mandos para el lavavajillas y el microondas:

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Mesa de Minimagine y sillas de Flying Tiger

Y bueno, no pierdo la esperanza de, con infinita paciencia,  conseguir imprimir también cajas y demás botecillos para llenar los muebles de comida. Pero esa será una segunda parte del tutorial de la cocina. Por hoy creo que llega, eso sí, espero que lo hayáis disfrutado…y ahora a colgar cosas del tipo #foodporn #healthyfood #goodfood

Cómo personalizar una cocina para Barbie
Cómo molan las pijadas de Re-Ment

 

Actualiza tus muebles de Barbie…

…O cómo montar un buen diorama por dos duros: un título para la entrada de hoy menos glamuroso pero más certero, y es que aprovechando el fresquete de estos días me he dedicado al tuneo de muebles, con procesos rápidos y sencillos a la vez que muy lucidos en su resultado. Y creedme que tenía ganas, muchas ganas.

Actualiza tus muebles de Barbie...
Visten sudaderas de Elenpriv, pantalón rosa de Euphoria Dolls, vaquero de The Scissors Madrid y pañuelo de Victoria Barbie Designs.

Hace bastantes meses que preparé un diorama en color menta, que se componía de dos paredes pensadas para formar un ángulo recto, una lisa y la otra con un gran ventanal que lamentablemente nunca veréis porque me lo cargué justo antes de poder lucirlo. Ni os cuento el cabreo, porque como ya os he dicho muchas veces, soy fan del éxito fácil y esa ventana fue una lata montarla. Aún así, mi gusilla por un diorama en ese color seguía ahí, y cuando el otro día quise hacer una composición para enseñar unos modelazos que tenía por casa, me decidí a rescatarlo. Pero aún había otra cosa más importante que me llevaba a ese color: un sofá de Marcia Harrys que llevaba conmigo desde hacía ya dos Convenciones de Barbie y al que no le había encontrado aún fondo a su altura…hasta que me pasé por el bazar chino y me compré esto:

Actualiza tus muebles de Barbie...

Con lo que hice esto otro:

Actualiza tus muebles de Barbie…

La cómoda es idéntica a la malva que pinté hace unos meses. Si pincháis en las letras en negrita os llevará a ese post donde lo explico con detalle. Iba a ponerle otros tiradores para variar un poco, pero es que la pobre está tan mal hecha, son tan desiguales los cajones, que la mejor forma de disimularlo es así como veis. En cuanto a estantería, simplemente tuve que quitarle la tapa al joyero, disimular agujeros y pegar esos dados de madera a modo de patas, que pinté en dorado para darles un toque especial. No puse más adornos ni embellecedores porque los «estantes» no son especialmente regulares ni paralelos, y así evité que se notase aún más. Si os animáis, intentad fijaros a la hora de comprar, algunas piezas son un verdadero desastre. Por cierto, que al igual que en la versión malva, la pared y los muebles son del mismo color, ando últimamente muy enganchada a los total looks 😉

Actualiza tus muebles de Barbie…
Top y pantalones de Elenpriv

Y sí, como podéis ver en esta foto, el sofá es una verdadera maravilla…Y sí, como igualmente podéis ver, aún sigue mereciéndose un mejor diorama. Pero a lo tonto, ya hemos llegado a la mitad de este post y seguro que la segunda parte os interesa aún más…porque la base es un conjunto playline original de Barbie, de los que se encuentran en cualquier juguetería:

Actualiza tus muebles de Barbie.

Y tras el despiece, un poco de spray, metálico para las patas y blanco (porque era el bote que me quedaba por casa) para los asientos:

Actualiza tus muebles de Barbie.

Aunque pertenecen a la misma gama, la pintura metálica es estupenda porque seca en cuanto te das media vuelta. La blanca es una desesperación…y para mi ansiedad habitual va fatal. Es decir, que no esperé a que secasen para montar las sillas y ahora hay pegotes de mis huellas y mis intentos de taparlas. Menos mal que el blanco disimula y a un metro no se ven (al menos yo, porque soy miope). En cuanto a la tapa, me iba a currar una composición con tablillas hasta que me di cuenta de que no se iban a apreciar (#TrabajarPaNaEsTontería) al tiempo que me acordé de que tenía una plancha de madera de balsa del tamaño perfecto (#LaQueGuardaSiempreTiene), así que después de lijar y cortar:

Actualiza tus muebles de Barbie...

Tocó pegar y fijar las planchas con cinta de carrocero para que no se moviesen:

Actualiza tus muebles de Barbie...

Mezclé cola blanca de carpintero con cianoacrilato (que seca al momento). Ni idea de si se puede hacer, no detecté reacción anómala y las piezas se han adherido perfectamente, sin deformarse (con la cola sola sí lo hacían al ser tan finas). Este experimento lo he hecho bajo mi propia responsabilidad, pero vosotros, si decidís hacer lo mismo, tened presente a esta tristemente célebre socorrista:

Por cierto, aproveché para pintar también los cubiertos (a los que corté el gancho para el dedo) y el cuenco. A las copas les corté la base para enganchar en la mesa, ya que ahora ese agujero queda tapado, pero les dejé el gancho para el dedo ya que se oculta fácilmente y además me va a ser más fácil sujetarlas en la mano de la muñeca:

Actualiza tus muebles deBarbie...

Y ahora sí ya, el resultado final, del que sólo me dio tiempo a una foto decente, porque justo cuando empecé a fotografiarlo se formó un nubarrón de tormenta que me dejó sin luz, ya veré si mañana por la mañana repito:

Actualizando tus muebles de Barbie...
Vaaale, lo admito, lo mejor del conjunto es el espejo de Marcia Harrys.

Y hasta aquí por hoy. De verdad que siento teneros tan abandonados.

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Croacia, un país maravilloso y al que siempre quedan ganas de volver, suele tener unos cartelitos, en la subida a sus torres, que nos hicieron muchísima gracia en su día: «at your own risk». Véase que con ellos ya te iban avisando de que, si querías subir, lo hicieses, pero como te cayeses de ahí y te rompieses la crisma (cosa muy probable viendo el estado de algunas escaleras y barandillas), era cosa tuya. Para que me creáis, aquí foto que he encontrado de uno de los más completos (y era de pago, imaginad los gratis):

Metiendo en cintura mis MTM Barbie
Nadie les puede reprochar que no hayan avisado…

Toda esta introducción viene a que el tutorial de hoy es como una torre croata, vamos, que si queréis seguirlo, lo seguís pero bajo vuestra propia responsabilidad;  si os sale mal, qué se le va a hacer, la vida es dura y ya sois mayores, no quiero lloros. Si sois gente sensible, os parece una aberración antiestética o un atentado iconoclasta…pues no sigáis leyendo, aquí os dejo el link de HOLA y tenéis entretenimiento para un rato. Pero si sois mentes inquietas, estáis contra el establishment y, sobre todo, queréis que vuestras Barbies Made To Move (MTM) tengan más cintura, no despeguéis el ojo de la pantalla, que vamos allá.

Para evitar adanismos absurdos, ya os anticipo que la idea de este tutorial no es mía: hace bastante tiempo que me encontré por Instagram cuerpos modificados y, desde entonces, no paré hasta descubrir la forma en que lo habían conseguido. Así que las fuentes originales y de las que debéis beber son éstas:

  • melaninbarbie_ish: el link os remite directamente al vídeo en el que explica, en inglés, cómo transformar la cintura.
  • babbsfangirl: el link os remite esta vez a una fotografía, en cuyos comentarios se explica, nuevamente en inglés, el proceso y da consejos prácticos para conseguirlo.

Y ahora que ya sabéis cómo, os cuento mi experiencia y, sobre todo, mis errores para que no caigáis en ellos.

Metiendo en cintura mis MTM Barbie
Jugadora de Baloncesto, Mattel FXP06

La necesidad imperiosa de reducir cintura se me presentó en cuanto llegó a casa el cuerpo de mi primera MTM Tall, la jugadora de baloncesto.

Metiendo en cintura mis MTM Barbie
Comparativa entre los MTM bodies disponibles actualmente

Recta como una tabla de planchar, las iba a pasar canutas para vestirla, así que, como ya tenía el gusanillo de probar esta técnica, era viernes y Manuel se había echado a dormir la siesta (esto era clave, porque se pone muy nervioso con mis experimentos, pobre, es tan ordenado…), me dije, ahora o nunca. Desmonté la muñeca hasta quedarme sólo con su tronco, puse una goma del pelo tensa en su cintura (el clip es prescindible aunque para mi resulta cómodo) y en cuanto el agua empezó a hervir la deposité en el cazo.

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Al principio fui muy poco a poco, como cuando se calienta el pelo: la metía y sacaba rápido, aprovechando para tensar manualmente la goma. Pero aquello no avanzaba. Cada vez la dejaba más tiempo y al final la tuve como unos 10 minutos en agua hirviendo, de un tirón, antes de sacarla definitivamente. Y la verdad, quitando un par de quemaduras leves en mis dedos (sustos, más que nada) el resultado fue estupendo:

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Evidentemente, visto el éxito, me vine arriba y el entusiasmo me pudo, así que a la mañana siguiente, tras comprar más gomas del pelo, me fui al armario a por MTM normales. Seguí el mismo proceso del día anterior: goma apretada en la cintura, que como eran nuevas aún quedaron más tensas, y una vez colocadas, directas al agua caliente, esta vez de dos en dos, que había mucho que reducir…

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Y aquí mis grandes errores: me pasé con la goma (tanto en cantidad como en tensión) y me confié por los tiempos del día anterior,  con lo que el resultado estético, esta vez, fue un poquillo horroroso:

Metiendo en cintura mis MTM Barbie
Un despiste…

Porque una MTM normal se deforma muchísimo más rápido y el tope de reducción es mucho más pequeño, vamos que os despistáis un poco y se puede poner un reloj (1/6) en su cintura, como podéis ver:

Metiendo en cintura mis MTM Barbie
Otro despiste…

Así que os aconsejo: no más de tres o cuatro minutos en el agua y la goma tensa, pero no a reventar; es preferible tener que intentarlo varias veces hasta alcanzar el punto óptimo, que pasarse a la primera. La goma deja marcas (se nota en la foto anterior), así que evitad las que traigan estrías muy marcadas y si las encontráis (yo fui con prisas), mejor blancas; la verdad, no sé si es impresión mía pero me parece que una de las negras que usé dejó una marca algo oscura, como si se hubiese desteñido. De todos modos, estos defectillos, así como brillo excesivo, con una lija fina o una lima especial de las de acabados en manicura, se solucionan. Y a disfrutar de cuerpo «nuevo»:

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Con todo, si habéis visto el documental de Netflix sobre Barbie, recordaréis lo que contaban sobre el cuerpo de dimensiones exageradas (y tan criticadas) de las vintage, que en el fondo era una necesidad para que la ropa a una escala tan pequeña sentase bien…quiero con esto decir, que aún cuando os quede una cintura horrible, la ropa además de quedar estupenda, lo va a disimular todo 😉

Metiendo en cintura mis MTM Barbie

Y ya a modo de despedida, además de desearos pericia y mucha suerte si lo intentáis, los datos de la ropa de las fotos: el conjunto de lencería negro es de la Fashion Royalty Ombres Poétique Mademoiselle Jolie. En esta última foto, los pantalones rosas son de DRESS, el suéter de Clear-lan y el pañuelo de Victoria Barbie Designs.

Ya me contaréis 😉

Basics

Hay una foto que me gusta repetir cada cierto tiempo, y es la de mis muñecas «especiales», todas juntas, con los vestidos de la maravillosa Basic Collection de 2009, conocidas popularmente como las LBD (Little Black Dress), y que los años siguientes se irían completando en otros colores, estilos y tejidos. La colección me gusta tanto, que hasta me hice mi propia versión en color nude, en un tiempo en el que la aguja no me daba tanta pereza:

New Barbie Basics: color nude.
Foto de 2010, anda que no ha llovido…

Basics Nude

Pero por aquel entonces, aún eran mis primeras híbridas las que llevaban estos modelos básicos, o a lo sumo, los primeros grupetes de Poppies con los que me estaba haciendo:

Mi colección de Poppy Parker, en  basics LBD.
Me animo mucho pensando en lo que he mejorado sacando fotos.

Total, que es una idea que he ido reciclando cada cierto tiempo:

La aventura de los zapatitos dorados (4/4): Foto de grupo con pivotals
¡Uy, aquí con una infiltrada dorada!

En las últimas fotos con ellos (tras repasar mucho flickr e instragram creo que ya no olvido ninguna, pero lo mismo me toca actualizar por quinta vez esta entrada) usé Ooaks en el sentido más restringido del término, completamente repintadas (o casi):

My ooak Barbies
Tengo que revisar qué ha pasado con flikr, porque han perdido mucha calidad algunas fotos. La pixelización de ésta es un escándalo.
Ooak Barbie LBD en sofá rojo
De cuando le ponía este marco a todo…y ojo con los filtros de la siguiente.

Y pasado tanto tiempo desde entonces, he pensado que ya tocaba actualizar la foto de los vestidos negros. Y no fue fácil elegir modelos, porque mi colección ha ido creciendo mucho en esta última década, así que ni había ropa para todas ni tampoco era fácil hacerlas caber en la foto. Así que salvo una intrusa (lo siento, mi Tropi-Cutie no podía faltar aunque sea un repaint parcial) todas las que salen tienen encima un repaint total. Yo creo que la selección está bien, ya me diréis 😉

Basics

¡Y actualizo y meto vídeo!

¿Os habéis dado cuenta que esta entrada es como los capítulos especiales de las series, en las que te cuelan escenas pasadas sólo con unos pocos minutos de metraje nuevo? De verdad, no sé ni cómo me leéis :/ . No os merezco.

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Soy muy fan del éxito fácil. Muy, muy fan de conseguir buenos resultados con un esfuerzo mínimo, porque para mi no importa lo que te ofrece el camino, sino llegar pronto a la meta. Para que me entendáis, me encanta la pintura de secado rápido y acabado uniforme, que disimula defectos de la madera y encima se limpia con agua. Por tanto, tengo claro que la cómoda de hoy no ha sido de mis mejores ocurrencias (aunque me consuelo pensando que para la próxima vez ya le habré pillado el truco)…pero antes mejor si empiezo por el principio:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Después del mueble de la semana pasada, me vine tan arriba que decidí ir a por otro (tengo un montón en el armario, lo confieso). Así que con un fin de semana con previsión de lluvias torrenciales, el plan casero me pareció estupendo. Lo malo es que tan rebosante de ánimo estaba, que cuando fui a la ferretería a por más material, me lancé a por un bote de esmalte laca de poliuretano porque ¿quién no es capaz de lacar en cinco minutos? Y aunque realmente noté cierto reparo en mi ferretero habitual (¿seguro que quieres esto?, ¿sabes cómo se aplica?), estaba tan decidida que pasé de todo. Así que después de lijar poco y mal:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Hay que quitar bien la cola, para que cubra la pintura

Empecé a pintar y sólo cuando ya estaba en faena, me di cuenta que evitar los grumos no era fácil y además el secado tardaba unos tres días. Ya íbamos mal: ¡TRES DÍAS  para secar y encima con grumos! Y si no llegaba con eso, cada gota que me caía era peor que el chapapote: tan grasa que limpiarla era un rollo, porque se iba extendiendo por ropa, muebles y piel. Y quien dice gota, dice el polvillo del lijado, un horror. Lo dicho, para la próxima vez ya sé que la superficie tiene que estar limpia y perfectamente pulida, que hay que revolver muy bien la pintura, aplicar capas finas y con pincel especial y tener mucha paciencia. Muchísima paciencia. A ver de dónde la saco.

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Mi idea original era hacer un diseño geométrico, combinando blanco y negro, en los frentes de los cajones. Pero el tiempo de secado y que las piezas en origen eran algo irregulares, me hicieron descartar la idea. Lo mismo un primer intento desastroso también contribuyó un poco, jejeje. Así que pulí de nuevo, y pinté de negro como el resto del mueble, con idea de poner adornos dorados en piezas independientes adheridas con pegamento (pintar directamente en dorado, tampoco era una opción, comprobado).

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Las de la semana pasada eran un pelín más grandes, aunque no se aprecie en la comparativa, sólo el caos.

Como los cajones quedan muy salidos de la estructura, primero puse cuatro piezas de moldura de esquinas cuadradas previamente pintados en dorado, rodeándolos. Otra pieza de la misma moldura en la parte superior de cada cajón y, por último, para los tiradores combiné dos piezas, una plana rectangular y encima nuevamente la cuadrada, aunque esta vez fui un poco más torpe con la pintura dorada :/  Vamos, que voy a tener que comprar, para la próxima vez. En fin, que el mueble de cerca no es ninguna maravilla, pero en foto cuela bastante…

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Colgado en la pared un mantel individual de Zara Home, sillas de Marcia Harrys.

Y la verdad, para maravilla, ya tengo este vestido de lentejuelas de Elenpriv, que es de lo que realmente me apetece fardar, así que aunque al terminar el mueble la luz ya escaseaba, espero que sirva de muestra:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Me encanta, quería esperar hasta Navidades para enseñarlo, pero no me he aguantado:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Por cierto, el mueble aún no está seco del todo, pero gracias al deshumidificador, con mucho cuidado…y ella creo que es la primera vez que la enseño por aquí, fue la alternativa que preparé como donación en la Subasta Solidaria de la SDC, que descarté porque se parecía demasiado a la del año pasado. Usé una Grand Entrance, con un pelazo estupendo al que el negro le queda de lujo 😉

Una bici molona para Barbie

https://bonequea.com/2017/08/16/una-bici-molona-para-barbie/
Foto-spoiler para convenceros de seguir leyendo

Supongo que todos (a excepción, claro, de Catuxa, mi maravillosa y súper-cuqui sobrina de seis años), habréis tenido alguna vez este pensamiento con los complementos de Barbie: ¿con lo chulos y logrados que están…por qué los habrán hecho en rosa?

Yo, que fui coleccionista hardcore desde finales de los 80 hasta mediados de los noventa, casi no llegué a tiempo de la psicodelia colorista de la colección de Ensueño (Dream Furniture para los que no convivieron con Congost), así que salvo la casa y una cocina que conseguí mucho más tarde, todos mis muebles de esa época son de color rosa, de la colección llamada, entre el público anglosajón, Living Pretty. Ante tamaña cursilería, desde el primer momento le di vueltas a cómo transformarlos en un color más realista, pero era pequeña, inexperta y sin un duro para comprar pintura, así que mi afán normalizador no pasó de rayada mental. Con la adolescencia, todos estos muebles se fueron con sus cajas al trastero (cuestión de espacio más que de madurez) y me olvidé del asunto hasta que, años después, internet llegó a mi vida. En Flickr podían encontrarse un montón de muebles antiguos customizados y actualizados, así que me propuse recuperar esa idea inicial. Pero en mi empresa me topé con una serie de obstáculos inesperados:

  • Los muebles estaban guardados en un trastero al que no habíamos ido en años y que había pasado por al menos una inundación.
  • Allí se había hecho fuerte una araña y no estaba dispuesta a que estropeáramos su casa. Os parecerá una cobardía, pero teníais que haber estado allí y mirarla a sus ocho ojos.
  • Faltaban un montón de cajas…pero mi madre no las había visto.

Y aquí un inciso importante: si hubiese una patología opuesta al síndrome de Diógenes esa sería la que padece mi madre. Lo tira todo. Sistemáticamente. En mi casa si faltaba algo el primer sitio al que íbamos a buscarlo era la papelera, con un 80% de resultados positivos…y la búsqueda estaba siempre precedida de un «no me suena», o un «no lo he visto» de mi madre. Así que cuando le dije que me faltaban un montón de cosas, entre ellas el caballo y me contestó: ¿caballo? no me suena haberlo visto ¿seguro que lo tenías?, ahí, con su herradura aún en mi mano, lo vi claro y dejé de perder el tiempo buscando. Aún me duele que mi Barbie Lady haya acabado en un vertedero, pero madre sólo hay una y hay que quererla igual.

Tesoros del desván!
Cosas que sí encontré. Fijaos en los nombres alternativos en Europa para la colección rosa. Aquí Gran Salón.

De modo que con un porcentaje muy mermado de mi anterior patrimonio inmobiliario me puse manos a la obra y la cagué ampliamente (no temáis, nada de la foto anterior quedó afectado). El resultado fue un desastre, la pintura o no se adhería bien o formaba grumos y encima manché el suelo de casa y parte del jardín (esto no importaba tanto, que el césped volvía a crecer pero mis padres no lo vieron igual), así que los experimentos quedaron descartados por largo tiempo otra vez…hasta hace un par de semanas. Con un viaje a Holanda a la vista y siendo impensable la posibilidad de llevar la bici Roadmaster Luxury Liner, porque se rompe sólo con soplarle un poco, tuve que buscar una opción para hacer más frikis aún si cabe mis fotos allí.

Made to Move AA Barbie, with Bike Roadmaster Luxury Line.
Con la Roadmaster, una preciosidad de bici

Y nada mejor para conseguirlo que la última bici de Barbie, que se encuentra en cualquier juguetería por unos 10 eurillos, una gangaza, aunque claro, rosa y con un cesto ridículo no me pegaba nada con mis ooaks, había que customizarla sí o sí:

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Esta vez los de Mattel sí clavaron el prototipo.

El proceso es sencillo, mucho, y sólo hace falta un pelico de paciencia. Yo ya no tengo demasiada de serie y para colmo, tenía que tomar un vuelo en unas horas, así que con las prisas incumplí todos los consejos que os voy a dar ahora y que espero que sigais, por vuestro propio bien:

  • Preparad una habitación bien ventilada, protegiendo adecuadamente los muebles para no mancharlos.
  • Desmontad cuidadosamente la bicicleta, sin forzar engranajes y sacad fotos del proceso para saber cómo montarla luego de nuevo. Como es nueva no hace falta limpiarla, pero con piezas más usadas puede ser necesario.
  • Aplicad la pintura a distancia, para que no se formen sobrecargas y grumos.
  • Separad bien las piezas según los colores que le vayáis a poner para evitar que se manchen entre sí.
  • Tomaros el tiempo necesario con cada tipo de pintura, siguiendo las indicaciones del fabricante, respetando siempre los tiempos de secado. Porque le deis con el dedito no seca antes y además deja huella.
  • No la volváis a montar antes de que esté bien seca. Es muy importante, ya que además de embadurnar los colores al apretar, pueden quedar pegadas y fijas partes móviles.
  • Utilizad máscara protectora y guantes.
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Cosas mal: manos sin protección, no hay fotos del despiece, pinté sin casi separación por colores…

No me puedo creer que no me haya salido la foto final con las piezas desmontadas listas ya para pintar…en fin, que no estaba para fijarme mucho en lo que hacía ni mucho menos agarrar bien la cámara. Por cierto, agua jabonosa y fricciones con crema hidratante es lo mejor para quitar la pintura de la piel. Pasad del estropajo salvo que sea con idea de penitencia por no haberme hecho caso. Y muy importante, la pintura que usé es esta:

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Seca muy pronto (más que otra que tengo por casa, más bonita de color pero que descarté por las prisas) y se adhiere bien sin necesidad de imprimación previa y sin dejar marcas, es más, si no hubiese tenido que dar varias capas para quitar marcas de dedos, indecisiones iniciales de color, caídas al suelo o manchas de pintura por echar spray indiscriminadamente, hubiese quedado menos pastoso y mucho más fino el acabado, así que seguid bien los consejos y recordad que todas estas advertencias no quitan que luego haya que seguir teniendo precauciones de uso; pensad que unas gafas oficiales de Integry Toys, que valen una pasta, también destiñen y manchan muñecas…Pero dramas fuera, que ya casi hemos acabado y falta sólo el detalle final, para que quede ideal, que es ponerle un cestito:

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La cosí de cualquier manera por las prisas, ya la mejoraré, no lo tengáis en cuenta

Aquí hay muchas opciones, según lo que tengáis a mano (bendita cestería de la Zona Vieja), pero si no encontráis nada parecido siempre podéis recurrir a vuestra propia habilidad, haciendo una cajita forrada con hilo de cuerda fino enrollado, de la que hay miles de tutoriales en pinterest. A estas alturas ya tenéis bici buena, bonita y barata, así que a disfrutarla y a sacar muchas fotos…además, es tan ligera que ni la notaréis en la mochila:

Aclaración final: pasé del casco. Se supone que hay como 600.000 bicicletas en Amsterdam y no vi absolutamente a nadie que lo llevase.