Sacándole partido a mi última pared

Después del caos, desorden, desesperación y pestilencia de su proceso, desde luego que al diorama de la chimenea del tutorial del otro día tengo que sacarle partido. Por lo pronto, ya os voy avisando de que la pared no se va a quedar ahí, sino que voy a continuar con el patrón básico ya hecho, preparando más módulos para poder ir ampliándola según mis necesidades, acoplándolos entre sí en un sistema que ya tengo bastante pensado.  Y es que, por muy grande que sea (junto con la pared azul, de hecho, es la mayor que he utilizado hasta ahora), sigue quedando pequeña para montar un salón en condiciones, más aún si tenemos en cuenta que la chimenea impone necesariamente separar el mobiliario de ella. Como eso tocará otro día y, además, estoy bastante liada esta temporada, para no dejar demasiado abandonado el blog (que da un poco de penica ya), la entrada de hoy va a ser puramente contemplativa. Es decir: que voy a publicar mis últimas fotos con este diorama y a vivir de rentas. El DIY para cuando tenga más tiempo 😉

Y siguiendo esa idea, esta foto ha sido una vil excusa para enseñar por aquí el último jersey que me tejió Karine’s, una maravilla como todo lo que ella hace, que con los pantalones de Dress forma la combinación perfecta, en la que unas piezas de Sargadelos vienen a cerrar el conjunto. El fondo negro de la chimenea canta un poco, así que como veréis algo más adelante, ya está solucionado. De todos modos, lo que me pedía el cuerpo realmente, era hacer una composición más rompedora y, si bien mi proyecto inicial sigue esperando por un poco más de espacio, esta alternativa me dejó muy satisfecha:

Sacándole partido a mi última pared. Diorama con chimenea.

En ella se mezclan muchísimas piezas que he ido coleccionando en los últimos años y que ya tenéis muy vistas en mis fotos, como el chifonier oriental, el sofá y la mesa de café de Marcia Harrys, la silla Normann Copenhagen o las plantas, cuadros y espejos.

Sacándole partido a mi última pared. Detalles del diorama.

Como novedades está una cómoda color avellana de As Miniaturas do Tocas, los tapices de pared que me traje de Arizona este verano o las figuras de elefantes hechas de cinabrio.

Sacándole partido a mi última pared. Detalles del diorama.

Y en cuanto a la ropa, el pantalón y la chaqueta son de DRESS, con camiseta granate de Clear-lan, a los que da vida el pañuelo inspirado en Gucci de Victoria Barbie Designs.

Sacándole partido a mi última pared. Ooak Barbie, The Dress & Victoria Barbie Designs.

Y tirando de archivo nuevamente, otra propuesta de uso que es también un especial metalizados. Es decir, le he estado dando fuerte a un aerosol (parezco ya la Thatcher) en color gris metalizado con el que el rosa o cualquier color cutre/hortera de stock deja paso a nuevos acabados estupendos y realistas:

Sacándole partido a mi última pared. Diorama con chimenea.

He pintado la maleta de la Barbie viajera de este año, las patas del piano de la Barbie Compositora y el radio casette de la curvy MTM Dancer…también dos uñas, un poco de mi pantalón y algo de suelo, pero ha valido la pena ^.^

Sacándole partido a mi última pared. Diorama con chimenea, detalles.
La silla Panton de Vitra Design Museum ni tocarla, eso sí…

Por cierto, ella va vestida de Miss Yao, con medias de SquishTish, pendientes de Poppy Parker y botas de Barbie Fashionista. Otra vuelta de tuerca a este diorama, con un estilo más orientalizado, se conforma gracias a estas piezas de Marcia Harrys y a las láminas que me han traído de Japón (gracias de nuevo, Yolanda), que esta vez combiné con un vestido ya más sencillo de Tirin & Katten. Aún sigo sin saber en qué pensaba yo ese día para no usar el kimono que tengo por estrenar…pero ya repetiré diorama con él, palabra:

Sacándole partido a mi última pared. Tirin & Katten dress.

Y ahora ya sí, como despedida, después de esta tomadura de pelo de entrada con fotos de archivo, una nueva para la ocasión, cargadita de filtros, en la que puede ser que de pared se vea poco, pero al fin y al cabo esa es la idea de un fondo básico de diorma, que destaque lo que está delante, mis Ooaks vestidas con modelazos pink de Silkstone:

Sacándole partido a mi última pared. Ooak & Silkstone Fashions.

Y hasta aquí por hoy. Nos vemos, disfrutad de la vida 😉

Nuevo proyecto: azulejos.

No os hacéis idea, de verdad, del tiempo que llevo queriendo preparar un diorama con azulejos. Había dado mil vueltas en mi cabeza a diseños tanto de suelos como de paredes y hasta a cómo tunear una cocina que tengo desde hace años. Sin embargo, la ocasión ideal surgió el otro día, cuando descubrí que en uno de los bazares chinos de mi ciudad empezaban a traer un montón de material para marquetería y manualidades. Esto es importante, porque desde que ya no dispongo de mi tienda habitual de maderas (se dividió el negocio y van recuperando máquinas poco a poco), conseguir bases sobre las que trabajar se me estaba haciendo bastante complicado.

Nuevo proyecto: azulejos.
Barato, barato!

Entre este material nuevo que ahora venden, hay un montón de tableros, tanto de madera de balsa como de MDF, en diferentes formatos, entre los que está el de 30×20 de la foto anterior. Mis últimos dioramas tienen ya un largo de 60 cms y, aunque los zócalos  los hago siempre con un alto de 15 cms, valía la pena probar a unir dos de esas piezas,  a ver qué tal quedaban. Así que encolé el borde y pegué, colocando un par de listones a lo largo para asegurarme de que la unión quedase más fijada:

Nuevo proyecto: azulejos.
La cola de siempre, que no falte.

Entonces, con las dos filas de listones ya fijadas, me quedaba libre un espacio de 18×60 cms para cubrir con algo. Estamos en la noche del miércoles, víspera de Jueves Santo. No iba a tener nada abierto en dos días así que decidí apañarme con lo que tenía en casa. Ser una Diógenes en potencia ayuda. Me puse a buscar diseños por libros, revistas e internet; en un principio pensé en algo clásico, un azulejo andaluz o mejor aún, portugués; al final, tras meditar sobre el estilo habitual de mis dioramas, me decidí por algo clásico, sí, pero mucho más moderno: los azulejos de Gio Ponti. Imprimí en cartulina y luego la pegué con cola sobre una lámina de cartón fino, con la misma cola de antes, extendida con pincel para que quedase uniforme. Como soy una ansias de la vida, al cuarto de hora ya estaba cortando el cartón según la línea de los azulejos y pegándolos en la base de MDF:

Nuevo proyecto: azulejos.
Sólo tengo fotos malísimas de móvil, disculpad.

Primera fase terminada. El resultado ya era muy chulo pero el color se me había distorsionado un poco con la humedad del encolado. Aquí debéis tener en cuenta que utilicé una impresora casera sobre papel cartulina normal: no va a tener la intensidad de impresión de una impresora profesional y además es un papel muy poroso y permeable. Tampoco di mucho tiempo para que secase bien, porque lo dicho, soy una ansias con muy poco tiempo libre. La ventaja: queda más realista el efecto de azulejo «pintado a mano», con una intensidad más irregular en el acabado.

Nuevo proyecto: azulejos.
Empezó azul, pero va tendiendo al malva.

Segunda fase a la mañana siguiente: barnizado. Aquí utilicé un barniz cerámico, especial para conseguir el efecto vítreo. El dibujo original se oscureció un poco, pero mantenía su color. Leí indicaciones: entre 10 y 12 horas de secado. Ja, que voy a esperar yo tanto. A la media hora veo que va secando pero que queda mate, le echo más. Sigue mate. Hummmmmmmm. Aquí empiezo a improvisar. Imposible que yo no tenga barniz brillante en casa…Bote sin estrenar de barniz de poliuretano brillante…¿y cuando he comprado yo eso?…no importa, vamos pa’llá.

Nuevo proyecto: azulejos.
Los barnices que usé. Y aún acabo de encontrar por casa otro cerámico, para la próxima lo pruebo…

Lo aplico directamente sobre el zócalo porque no me voy a poner a buscar una bandeja, ¿no?…ay, malísima idea…palabras malsonantes en mi cabeza ¡¡¡muy malsonantes!!! ¡¡¡el barniz brillante me está humedeciendo la base de papel!!! pierde intensidad, cambia de color y encima se emborrona…no quiero ver esto. Me voy a por la salsa de tomate que se me va a quemar. Comemos. Manuel pregunta: -«¿por qué huele a disolvente la casa? ¿ya estás con tus experimentos?»…Le pongo cara de afectada y deja pasar el tema. Terminamos de comer. No me atrevo a mirar hasta pasadas horas. Está seco, sí, y algunos puntos están más descoloridos, pero no importa, porque se ve bonito, muy bonito. Respiro de alivio. Desde luego, este diseño es que lo salva todo:

Nuevo proyecto: azulejos.

Pues venga, superadas las horas de tensión, y amanecido un nuevo día, montemos diorama. Va a ser un baño por primera vez. A buscar las piezas. ¿Recordáis que os conté que en una ocasión les pinté el césped de blanco a mis padres? Fue por culpa de esta bañera. La verdad es que quedó fatal y con grumillos, pero la cámara de fotos todo lo perdona y actualizándola con dorado mejor que mejor.

Nuevo proyecto: azulejos.

Y aquí breve inciso: el dorado ya no es cani, ahora está de moda, es lo que hay. También os digo, me veo volviendo a dejarla blanca entera de nuevo en un par de años, que estas tendencias son muy efímeras. Más lata me dio el lavabo, que como no le encontraba el espejo original, decidí aprovechar el de un viejo tocador de Barbie. Resultado: no fui capaz de despegarlo, se me desgarró en la mano y ahora llevo tiritas en tres dedos. Al final, para el espejo usé una cartulina plateada y solucioné el tema:

Nuevo proyecto: azulejos.

Y aquí edito la entrada, porque me estáis preguntando mucho por los muebles de la foto. Ya os aclaro que llevan un montón de años conmigo y que  los pinté de blanco hace bastante tiempo, así que no hay fotos del proceso. No obstante, tras mucho rebuscar por google, aquí tenéis los datos de los muebles originales:

Barbie Glam bathroom furniture & Sindy Vanity Set
Que no os engañe Mattel, los grifos no son metálicos. Plastiquillo gris y a vivir…
  • La bañera es de la colección Glam de Barbie y, si no me equivoco, la compré en el Corte Inglés hace como diez años, así que sí, se vendió en España.
  • La pileta la compré en una juguetería de pueblo que liquidaba stock antiguo, también hará una década y creo que es de principios de los 90. Por lo que he visto en internet, Sindy sacó bastantes variantes de ese modelo, con cambios en el color, la grifería y algún otro detalle, por lo que, en general, es fácil de conseguir usada.
  • Y aunque no lo preguntéis, la toalla que lleva es del set de lencería Fancy Frills Fashion #2977, del año 1991, que lleva conmigo desde entonces.

Y hasta aquí por hoy, ahora ya de verdad. Me ha quedado un foto final un poco recargada de más, pero ya la mejoraré. Como también espero mejorar en el tema azulejos y, para la próxima, darle masilla en las juntas. En fin, proyectos, ya sabéis cómo van 😉 .

Diorama con chimenea. Algo así como un tutorial.

Hace ya unos años que Cristina, de Delfina’s Dolls Designs, me recomendó usar un marco de fotos cortado por la mitad para montar una chimenea escala 1/6. Pues bien, los mismos años hace que, siguiendo su consejo, me compré uno en Zara Home y se lo di a mi padre, jubileta y coleccionista de accesorios de Black and Decker, para que me lo cortara en dos…y sí, lo hizo al momento, pero los dos pedazos resultantes se fueron directos a mi armario del olvido. Lamentablemente, en ese armario las cosas no es que estén colocadas demasiado bien, más al contrario, las voy apilando así como puedo, en un equilibrio precario y mantenido muchas veces a presión, por lo que es bastante frecuente que las cosas salgan lanzadas directas al suelo, o peor, a mi cabeza. Y como ya os habréis imaginado, el otro día cayó una de las mitades y se hizo unos cuantos añicos en el suelo (no en mi cabeza, menos mal). Y esto era una señal clara de que había que ponerse con este proyecto de una vez.

Diorama con chimenea
Mi padre es un sol

En cuanto al proceso ya os avanzo que esta vez hay pocas fotos (no siempre me acuerdo de la fase tutorial) y encima malas de móvil, pero intentaré compensaros con mucho texto. Para empezar, utilicé planchas de cartón pluma de un centímetro de grosor (que como ya no tengo en tienda, consigo pegando dos de medio centímetro, esta vez con cola blanca de carpintero), siendo el tamaño total de la pared 60 cms de ancho por 50 de alto. Utilizando como referencia el ancho del marco de fotos, corté otra pieza también de un centímetro de grosor, con el mismo alto que la anterior, y recorté con un cutter lo que sería en hueco de la chimenea, manteniendo una distancia a ojo de un par de centímetros con lo que era la forma del marco y un poquito más con lo que sería el suelo.

Diorama con chimenea

A qué altura poner el marco es algo completamente subjetivo, yo quería que la chimenea llegase más o menos hasta el codo de una Barbie talla pivotal, así que iba a tener que cubrir la distancia que quedaba hasta el suelo; esto es algo de lo que, de haber elegido un marco rectangular en su diseño interior, no hubiese tenido que preocuparme, pero qué queréis que os diga, éste me pareció divino, además de recordarme muchísimo a la chimenea de Sam Spade en El Halcón Maltés. Pero antes de cubrir esa altura, siguiendo el orden de las cosas, me puse con la distancia entre el marco y el hueco que dejé en el cartón pluma:

Diorama con chimenea

Saqué para ello un molde de la forma interior del marco (donde encajaría el cristal), para que después fuese más fácil colocarlo sobre la pared una vez terminado; con este molde corté una pieza de 2 mm de grosor de cartón pluma que, tras hacerle el hueco de la chimenea, pegué sobre la base de cartón pluma. En el collage anterior podéis ver que el marco colocado sobre esa pieza encaja perfectamente y no se mueve, a falta de pegamento, claro está. Para cubrirla haciendo un efecto ladrillo, usé el cartón de la tapa de una caja de huevos, que bañé bien por ambos lados en cola blanca de carpintero:

Diorama con chimenea

Ojo, se trata de cubrir también las paredes del hueco de la chimenea, tapando así el corte de las planchas, que no queda bonito precisamente. Para ayudaros en este proceso, podéis poner algún alfiler para fijar bien la pieza de cartón y que seque bien doblada.

Diorama con chimenea

A continuación, igualé el espesor de la parte de abajo de la chimenea, a base de piezas de cartón pluma superpuestas, que cubrí finalmente con una pieza de cartón que bañé también con la cola blanca. Por cierto, fue casualidad que el cartón clavase el color de la chimenea, pero me vino estupendamente.

Diorama con chimenea

Y hasta aquí todo había ido bastante bien. Así que os voy a contar mis errores, para que no caigáis también en ellos. Cuando ya me tocaba la fase molduras, me di cuenta que no tenía bastantes. Era sábado por la tarde y la tienda en que las compro habitualmente no abre, ¿pero eso me frenó? …¡claro que no, si planificar es de flojos! ¡hay que improvisar! Así que me lancé con lo que tenía a mano, desmonté paredes viejas para conseguir más maderitas y hasta combiné unas pequeñitas que conseguí en un Todo a cien: es decir, me maté a hacer cálculos para poder completar un diseño chulo con lo poco que tenía, que además, como estaba cortado en mil trozos, me llevó la vida pegar.

Diorama con chimenea

Pero…¿aprendí de esta lección? Para nada, seguí en la mía de no esperar para comprar más cuando las tiendas especializadas estuviesen abiertas y aunque no tenía pintura suficiente, empecé a mezclar lo que tenía por casa. Craso error, no me llegó ni para la mitad del diorama…¿y me paré? Ja! en eso vi un bote en spray gris, y sin probar ni nada, le di por encima. Apestaba. No había manera de ver la peli de la noche tranquilos. ¿Y paré ahí? NOOOOO, porque el tono no acababa de convencerme. Domingo por la mañana, después de ir a tomar un chocolate con churros con mis sobrinas (azúcar a tope en el organismo, atención a mi euforia hiperglucémica), me encontré con el bazar chino abierto…y había otro spray distinto más clarito, que como total, dudar es de cobardes, pa’la saca. Como había quedado para comer fuera, sólo tenía un momento para aplicarlo, ahora o nunca, que con suerte ya estaba seco al volver (mente malévola, ¿por qué me haces esto?)…y sí, tal como ya estáis imaginando, fue una idea pésima. Este spray aún apestaba más que el anterior, además, aunque su color era muy bonito empezó como a disolver el de la anterior capa (estas cosas debería grabarlas), y salieron burbujitas/cuarteados por todas partes. Para colmo, la pintura era sumamente pegajosa, no había forma de quitarla: herví agua y metí las manos, me eché lavavajillas, corté las uñas a ras…y aún así llegué a comer con las manos hechas un desastre, cubiertas de pintura gris y un disgusto de narices. Otro fallo evidente, no usé guantes porque no tenía. Menos mal que el disgusto se me pasó comiendo…

Y al volver ¿qué me encuentro? que mi casa sigue oliendo a rayos y que la pintura parece que se desconcha con facilidad, pero en vez de retirarla con cuidado, no, le di con un trapo. En fin, una desfeita de la que no hay imágenes porque no estaba yo para fotos. Afortunadamente, retiré con una cuchilla bastante del sobrante así como los grumillos de pintura más evidentes, y ya con la tienda de manualidades abierta pude comprar pintura en condiciones (mismo tipo que la del diorama azul), en un color gris paloma que pega perfectamente con el original del marco. De cerca aún se aprecian grumos pero hasta quedan bien, dan un efecto «pared antigua» muy chulo. Afortunadamente, no hay que tirarlo a la basura:

Diorama con chimenea

Bueno, después de contaros todo el proceso, voy a hacer un poco de penitencia, que ya me toca (véase volver a pasar la aspiradora para acabar con las virutas de pintura),  y de paso prometerle a Manuel que no lo volveré a hacer más (angelico, es que es tan pulcro y ordenado que con estas cosas lo pasa fatal). Pero antes de despedirme, información de esta última foto: mi muñeca lleva top de The Scissors Madrid y pantalones de Dress Aitor López Antxia, y los bustos forman parte de uno de los divinísimos conjuntos decorativos de Marcia Harrys.

Dioramas de dormitorios

Si ayer os explicaba cómo preparar una nueva pared para nuestros dioramas (dos entradas en dos días, ufff…lo que tiene estar encerrada en casa), hoy os voy a enseñar sus posibles usos, teniendo muy presente la ventaja que supone que sea más grande que mis paredes habituales. La verdad es que después de probar todos mis sofás y darme cuenta de que fui a elegir el color de pared que peor les iba, me acordé de las camas…en especial de una que el año pasado me dejaron los Reyes en casa y que por problemas de espacio no tuvo su sesión de fotos en condiciones. Y es que meter una cama en un diorama y que encima quepa en la foto, es complicado; por eso, cada vez que me preguntáis sobre este tema, os recomiendo que preparéis paredes y suelos muy grandes, ya que siempre es mejor que sobre que tener que remendar fotos luego en el ordenador.

Dioramas de dormitorios

La cama en cuestión es esta maravilla de Marcia Harrys, que sigue su estilo tan característico en dorados y líneas orientales, a la que, para combinar mejor con el fondo, he puesto un paño de Zara Home a modo de colcha (son rebajas, es el momento de buscar tesorillos, ahí lo dejo) y luego he añadido los cojines grises del sofá rosa de Minimagine. La verdad, ya me veo comprando cojines y telas ahora que por fin tengo diorama a su altura (literal y figurado):

Dioramas de dormitorios
Viste la bata de Barbie Octopussy.

Por cierto, mis suelos habituales tampoco son suficientes para el tamaño de las camas, por eso en estas fotos lo que veis es el bambú de la superficie de la mesa IKEA PS 2012, que da el pego estupendamente. Otra opción rápida, barata y que desde luego ocupa menos sitio, es usar una plancha de goma EVA, a modo de moqueta.  Pero volviendo al mundo cama, hace unas semanas os enseñé en la FanPage de Facebook un palé que acababa de conseguir y que creía que de cabecero estaría fenomenal; pues aquí lo tenéis de nuevo:

Dioramas de dormitorios

Completa el conjunto la mesilla y lámpara de Jonathan Adler para Barbie, de nuevo un paño de Zara Home a modo de colcha, los cojines grises de Minimagine con dos mostaza de Marcia Harrys, un mantel individual a modo de alfombra y ya cerámica miniatura de origen muy variado, como el par de Sargadelos que cuelgan de la pared. El albornoz tan mono es parte del conjunto vintage Singing In The Shower #988.

Dioramas de dormitorios

Y ahora ya sí me despido. Que me toca trabajar un poco…que por culpa de tanto catarro ni os digo lo que se me ha acumulado :/

Reedito y actualizo la entrada, por petición popular, porque al parecer muchos no sabéis cómo hacer la segunda cama. Reconozcamos que enseñar esta foto es como mostrar la faja que va debajo de un vestido de gala, pero como una imagen vale más que mil palabras, así nos ahorraremos mucho tiempo:

Dioramas de dormitorios
No, no tiene más ciencia

Se compone de una caja sobre la tapa de otra. La altura y tamaño va al gusto del consumidor; yo quería que la «colcha» tocase suelo, pero que no arrastrase y esta combinación era la que mejor me iba. Luego «forré» la caja superior con una camiseta blanca de algodón con algo de elástico, bien ceñida con alfileres; a continuación apoyé el palé y cubrí con cojines y paño. Sencillo, ¿eh? Pues ya sabéis, no tiréis cajas de colonia de las Navidades 😉 .

 

 

Nueva pared para diorama: azul y madera

Hace años, mi buena amiga Raquel me advirtió seriamente diciéndome esto: «notarás los 30 en que adelgazar ya no es tan fácil». Ahora que me acerco a los 40 añado de mi propia cosecha: «los notaré en que dejaré de ser inmune a los catarros». Vale que siguen sin tumbarme y que no necesito quedarme una semana en cama para sobrellevarlos, pero cierto también que desde este otoño no me separo de los mocos, la tos y el dolor de garganta. Así que para romper con esta relación nociva de una vez, y para poder seguir chuleándome de salud de hierro de nuevo (que sí, que hasta este año yo daba bastante asquito en este tema), me he propuesto no moverme de casa hasta que mi voz regrese a su tono de pito original y mi respiración deje de parecer la de Darth Vader.

Nueva pared para diorama: azul y madera
Las fotos del proceso son bastante malas, cámara sin batería, lo siento.

Pero como quedarse en casa no es sinónimo de no hacer nada, este fin de semana he empleado el tiempo en lo que fue mi objetivo incumplido de Navidad, que no es otro que prepararme un nuevo diorama, algo que, con toda la trapallada que acumulo por casa, podía conseguir sin ni siquiera salir a por nada: pared de cartón pluma (esta vez más grande, de 50×60, con 1 cm de grosor), palitos de diferentes tipos, tijeras para cortarlos, pintura, pincel y cola de carpintero; y como extras no imprescindibles, lápiz y regla (llevaba la mitad hecha cuando conseguí encontrar una cinta métrica) y un poco de lija para algún pequeño ajuste. No os voy a mentir, por no variar fui decidiendo el diseño sobre la marcha, así que la foto de material inicial que hice ayer no sirve para nada, ya que más que planificación fue pura improvisación, acompañada, eso sí, de buen cine:

Nueva pared para diorama: azul y madera
John McTiernan, ¡vuelve!.

Si os fijáis en esta foto, además de salir un desconcertado  Schwarzenegger (¿pero quién está matando a sus hombres uno por uno?), se ve que la base de cartón pluma se compone de dos piezas. A ver qué tal me sale el invento, pero como no encuentro ya con tanta facilidad el grosor de un centímetro, me decidí a pegar dos planchas de 0,5 cms, y así me evito que todo este esfuerzo se vaya a la porra por un poco de humedad o frío 😉 .

Nueva pared para diorama: azul y madera

Con unas primeras piezas cortadas, estuve haciendo pruebas de posibles diseños. Al final, opté por una malla regular, distribuyendo los palitos de madera de forma uniforme, para lo que me ayudé de una pieza que usé de patrón (la que veis en la foto del medio) para asegurarme de que las diferentes piezas estaban más o menos a la misma distancia. Los palitos no son exactos en ancho, así que dejarlos bien centrados fue lo que me llevó más tiempo…y es que no podía rezagarme, que la siguiente peli era un coñazo (Sentido y sensibilidad…y eso que soy muy fan de Emma Thomson, pero ese papel no era para ella).

Nueva pared para diorama: azul y madera

Corté los palitos al límite, esto es, dejé fuera sólo la parte curva, aprovechando al máximo su largo. Y una vez pegados, me encontré con que el espacio que quedaba por cubrir excedía del ancho de dos, pero no llegaba al de tres. Tras darle vueltas a distintas opciones, decidí usar los más finos. Habían sido mi opción original hasta que comprobé que la mayoría estaban demasiado torcidos, pero quedaban estupendos para salvar el hueco libre que quedaba, y así puede hacer un rodapié más trabajado.

Nueva pared para diorama: azul y madera

Y el último paso fue pintar. La cola es bastante rápida, así que una ansias como yo no tiene mucho que esperar. Entre que se hace un poco de tiempo mientras se recogen las virutillas que han salido disparadas al cortar, ya podemos ponernos con el pincel. Tenía dos opciones de pintura, pero probada la primera ya no necesité ver cómo quedaba la segunda. Ojo, el tipo de la que usé es bastante líquida, así que no necesité diluirla en agua (que pude estropear el cartón pluma) y seca bastante rápido. Una vez seca la superficie, le puse un libraco encima para hacer peso y que la pared se mantuviese plana, y ya esta mañana he repasado las partes en que no había quedado bien cubierta…y me he puesto a disfrutarlo. Ya os enseñaré las fotos, pero mientras, una para que podáis verlo bien, al igual que el vestido con el que os felicité la Navidad, que sin abrigo es una locura de bonito:

Nueva pared para diorama: azul y madera

¡Feliz Navidad 2018!

Por favor, otro año más – y eso que parece que fue ayer cuando empecé por aquí – deseándoos unas muy Felices Fiestas…y como es dificilísimo ser original en esta época, estos son mis deseos: Pasad unas fiestas estupendas, disfrutad del reencuentro con los amigos, con la familia, espero que no tengáis que extrañar a nadie demasiado, que tengáis mucha fiesta y muchos regalos y, sobre todo, comed y bebed sin complejos…que hasta verano ¡hay tiempo de hacer dieta!

¡Feliz Navidad!

¡Feliz Navidad!

Feliz Navidad

Maceteros con plantas en 30 segundos…y de paso presento a mi última Ooak

Estos últimos fines de semana fueron muy productivos en tema miniaturas, con dos muebles estupendos, rápidos, sencillos, baratos y muy aparentes. Pero la racha se me terminó. Tengo uno amarillo a medias, porque necesito más material para acabarlo y no he tenido tiempo de conseguirlo (maldito trabajo absorbente) y por otra parte, mi idea de cabecero de cama, ese del que os hablé en la fanpage de Facebook, aunque marcha estupendamente, resulta que es tan grande que no me cabe en el diorama y hasta que me mude al piso grande no monto uno nuevo, es lo que hay. Así que para no perder la buena costumbre de publicar con frecuencia, aquí os dejo hoy unos consejillos para haceros rápidamente con maceteros para vuestros dioramas, sin pasar por el esfuerzo de hacer las plantas de forma más artesanal.

Maceteros sencillísimos de hacer y mi última Ooak

Se necesita poco: id a una floristería, tienda de cosas de casa o mismo chino, y pillad una planta tipo boj de plástico, en miniatura. La forma da igual, lo importante es que forme pequeñas ramas acumulables con hojas pequeñas. Luego id a un establecimiento en el que vendan menaje (lo mismo os sirve la misma tienda de antes) y comprad los servilleteros que más os gusten. Et voilà! ya tenéis todo.

Maceteros sencillísimos de hacer y mi última Ooak

Los pasos son tan básicos, que hasta creo que sobra toda explicación: se van sacando los «brotes», se unen unos con otros, y se meten en el servilletero. La propia forma elástica impide que se salgan sin necesidad de pegarlos, y así podréis combinarlos las veces que queráis:

Maceteros sencillísimos de hacer y mi última Ooak

Mejor resultado con menos esfuerzo, imposible. Y decoran un montón. No me ha dado tiempo a montar algo más elaborado, porque he tenido sólo cinco minutos de claridad antes de que la tormenta volviera a cerrar el cielo, pero para que veáis las posibilidades, creo que llega (lo mismo mañana por la mañana repito foto, también os lo digo):


Y sí, foto cambiada por la mañana 😉

Y ella, que ya os lo anunciaba en el título, es mi última Ooak, con cara completamente repintada de la Fashionistas #93, y cuerpo de The Barbie Look: Night Out. Como digo, me he quedado sin buena luz natural, así que espero sacarle mejores fotos otro día.

Maceteros sencillísimos de hacer y mi última Ooak

Por cierto, el vestidazo es de DRESS aitor lopez antxia y la estantería de la foto es una miniatura original de Ikea. Y os dejo ya, que hoy tengo cena y toca arreglarme 😉 .

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Soy muy fan del éxito fácil. Muy, muy fan de conseguir buenos resultados con un esfuerzo mínimo, porque para mi no importa lo que te ofrece el camino, sino llegar pronto a la meta. Para que me entendáis, me encanta la pintura de secado rápido y acabado uniforme, que disimula defectos de la madera y encima se limpia con agua. Por tanto, tengo claro que la cómoda de hoy no ha sido de mis mejores ocurrencias (aunque me consuelo pensando que para la próxima vez ya le habré pillado el truco)…pero antes mejor si empiezo por el principio:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Después del mueble de la semana pasada, me vine tan arriba que decidí ir a por otro (tengo un montón en el armario, lo confieso). Así que con un fin de semana con previsión de lluvias torrenciales, el plan casero me pareció estupendo. Lo malo es que tan rebosante de ánimo estaba, que cuando fui a la ferretería a por más material, me lancé a por un bote de esmalte laca de poliuretano porque ¿quién no es capaz de lacar en cinco minutos? Y aunque realmente noté cierto reparo en mi ferretero habitual (¿seguro que quieres esto?, ¿sabes cómo se aplica?), estaba tan decidida que pasé de todo. Así que después de lijar poco y mal:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Hay que quitar bien la cola, para que cubra la pintura

Empecé a pintar y sólo cuando ya estaba en faena, me di cuenta que evitar los grumos no era fácil y además el secado tardaba unos tres días. Ya íbamos mal: ¡TRES DÍAS  para secar y encima con grumos! Y si no llegaba con eso, cada gota que me caía era peor que el chapapote: tan grasa que limpiarla era un rollo, porque se iba extendiendo por ropa, muebles y piel. Y quien dice gota, dice el polvillo del lijado, un horror. Lo dicho, para la próxima vez ya sé que la superficie tiene que estar limpia y perfectamente pulida, que hay que revolver muy bien la pintura, aplicar capas finas y con pincel especial y tener mucha paciencia. Muchísima paciencia. A ver de dónde la saco.

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Mi idea original era hacer un diseño geométrico, combinando blanco y negro, en los frentes de los cajones. Pero el tiempo de secado y que las piezas en origen eran algo irregulares, me hicieron descartar la idea. Lo mismo un primer intento desastroso también contribuyó un poco, jejeje. Así que pulí de nuevo, y pinté de negro como el resto del mueble, con idea de poner adornos dorados en piezas independientes adheridas con pegamento (pintar directamente en dorado, tampoco era una opción, comprobado).

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Las de la semana pasada eran un pelín más grandes, aunque no se aprecie en la comparativa, sólo el caos.

Como los cajones quedan muy salidos de la estructura, primero puse cuatro piezas de moldura de esquinas cuadradas previamente pintados en dorado, rodeándolos. Otra pieza de la misma moldura en la parte superior de cada cajón y, por último, para los tiradores combiné dos piezas, una plana rectangular y encima nuevamente la cuadrada, aunque esta vez fui un poco más torpe con la pintura dorada :/  Vamos, que voy a tener que comprar, para la próxima vez. En fin, que el mueble de cerca no es ninguna maravilla, pero en foto cuela bastante…

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Colgado en la pared un mantel individual de Zara Home, sillas de Marcia Harrys.

Y la verdad, para maravilla, ya tengo este vestido de lentejuelas de Elenpriv, que es de lo que realmente me apetece fardar, así que aunque al terminar el mueble la luz ya escaseaba, espero que sirva de muestra:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Me encanta, quería esperar hasta Navidades para enseñarlo, pero no me he aguantado:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Por cierto, el mueble aún no está seco del todo, pero gracias al deshumidificador, con mucho cuidado…y ella creo que es la primera vez que la enseño por aquí, fue la alternativa que preparé como donación en la Subasta Solidaria de la SDC, que descarté porque se parecía demasiado a la del año pasado. Usé una Grand Entrance, con un pelazo estupendo al que el negro le queda de lujo 😉

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

Confieso que tenía un mono de dioramas que no me aguantaba y que ya estaba más que aburrida de los de siempre, que con tanto usarlos esto ya clamaba al cielo un «renovarse o morir». Y he ahí que me encontraba ordenando armarios pre-mudanza (que a este paso va a ser más larga que la marcha del desierto), con un festivo inesperado en medio de la semana, cuando se iluminó una lucecita en mi cabeza.

Nuevo diorama reciclando muebles viejos
Foto spoiler, para mantener vuestro interés en el rollo que os voy a colar.

Pero sigamos un relato ordenado de los hechos: empecé con la pared ya el víspera de Difuntos, por la noche. La idea era tener trabajo avanzado para el diorama que iba a probar la mañana siguiente, pero topé con el inconveniente de no tener remota idea del tono real final, porque la esquina en la que pinté (a salvo de volver a manchar suelo o la mesa de madera y evitar así dramas caseros innecesarios) tiene muy poca luz.


El efecto rugoso se consigue con pinceladas de pintura espesa, poco aguada, como explico aquí.

La cosa es que por la mañana, ya con plena visibilidad, aproveché para dar los últimos retoques, corrigiendo aquellos puntos donde había saltado la pintura o no había quedado del tono adecuado. Esto era necesario porque para dar un leve efecto estuco había mezclado dos colores, y en algunos puntos estaba mal repartido. Y aún estaba con el pincel en la mano, cuando me acordé del mueble que estaba estorbando por el armario. El mítico mueble miniatura, en pino sin pintar, que  venden en los «Todo a 100» tirado de precio. Lo siento, no hay foto previa, que las expectativas de éxito eran casi nulas. Y tras quitarle los tiradores de metal que traía, me puse en faena:

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

Y aquí breve inciso: lo suyo sería tapar los huecos de los tiradores con masilla especial, aplicar un tapaporos (goma laca es ideal para este fin), pintar, lijar, volver a pintar, volver a lijar, aplicar barniz para acabado perfecto…etc. Pero si tengo muy poco tiempo libre en general, menos aún para estas pijadas en particular, y a este problemilla de disponibilidad hay que añadir que además de ansias soy un poco vaga. Así que, salvo alguna pasada de lija sobre defectos demasiado evidentes, le pasé el pincel cargado con la pintura malva (ya sin blanco como en la pared) y a vivir.

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

Y una vez pintado, el último paso que quedaba era el de los tiradores. Evidentemente los originales no eran una opción si quería un resultado decente, así que al ser festivo y no tener otra opción de adquisición, decidí hacerlos yo misma. Para ello, corté una moldura lisa cuadrada, pinté los pedacitos de dorado y una vez secos los pegué con adhesivo cianoacrilato:

Nuevo diorama reciclando muebles viejos

Y sí, lo confieso, me vine arriba con el dorado y pinté también la base de la cómoda. Vamos, que no la pinté entera de dorado porque tenía que ir a comer…y menos mal, porque lo mismo quedaba un poco excesivo. Total, que en un momento mueble preparado, con pared a juego y lista para disfrutar y sacar muchas fotos:

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

En ésta, mi cómoda renovada la he combinado con el biombo de Marcia Harrys, con la Eames Plastic Armchair RAR de Vitra, y mi Tropi-Cutie tuneada, vestida de ElenPriv. Una de las cosas que más me gusta de su color, es que según la luz varía muchísimo, de un malva apagado a un rosa intenso, tonalidades con las que se puede jugar aún más en la edición de la foto:

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

Esta vez posa mi Night Out OOak, vestida con un modelazo de NOVA. Y me despido ya, que aún queda puente para disfrutar y pienso hacerlo 😉

Nuevo diorama, reciclando muebles viejos

 

Bonequea x Elenpriv

Ahhhhh, por favor, qué ganas tenía de contaros esto y cuánto me he estado aguantando. Hace unos (ya bastantes) meses, se puso en contacto conmigo Julia, del equipo de Elenpriv, con la propuesta de una colección conjunta, inspirada en la imagen de Bonequea, y confeccionada con las manos mágicas de Elena.  Ni que deciros que toda una bocas como yo se quedó sin palabras…y si ya hablamos de escribirlas en inglés, en los raticos aneuronales que me deja libres el trabajo, resultaba más lamentable aún. Total, me recompuse como pude, e intenté darle las gracias con mi cutre-english, dejando claro que ya sólo con que hubiese pensado en mi para esta propuesta era todo un honor.

Bonequea x Elenpriv

En fin, que poco convencida de estar a la altura, después de tardar lo suyo, le mandé unos bocetos bastante básicos, con los que ella literalmente hizo maravillas, maravillas que acaban de llegar a mi casa. Y aquí sí quiero insistir, el mérito es enteramente suyo, porque partiendo de unas ideas más que básicas (como las que podéis ver en la anterior foto), confeccionó una colección fabulosa. Pero no voy a enrollarme más explicándooslo, porque sigo convencida que una imagen es siempre mejor que mil palabras, y aquí os voy a dejar unas cuantas 😉 :

Bonequea x Elenpriv
Biombo fabuloso de Marcia Harrys, y el resto del diorama lo encontraréis en tutoriales.

Os confieso que, como mucho, tardo un cuarto de hora en montar un diorama. Sin embargo, esta vez me llevó media tarde porque no encontraba nada que estuviese a la altura, palabra. Tengo versiones de todo tipo de esta pareja, jajaja. Y no, no voy a compartir ninguna, porque estos vestidos se merecen ocasiones especiales para lucir siendo protagonistas totales. Así que voy a continuar con el siguiente modelazo, otra delicia de una delicadeza total, en tejido metalizado:

Bonequea x Elenpriv
Mobiliario de Marcia Harrys también, salvo la silla Panton, que es una miniatura original de Vitra

Y aunque me lo mandó con este abrigo a juego, qué queréis que os diga, es tan bonito que no podía perder la oportunidad de sacarle aún más partido,  montando un look de un estilo completamente diferente y que hubiese lucido aún más con una pared más colorida, ahora que lo pienso:

Bonequea x Elenpriv
Estantería de Ikea, sofá de Maisons Du Monde y mesita de Tiger.

Y hablando de abrigos, aunque no esté ya el tiempo para sacarlos, mirad qué cucada color butano, combinada con un pañuelo de Victoria Barbie Designs y botas de Momoko, rodeada otra vez con muebles de Marcia Harrys:

Bonequea X Elenpriv

Y ya para despedirme  (aunque ya os digo que queda alguna prenda para más adelante), el que sin duda es el estilo más «yo». Porque sí, que sepáis que más de la mitad de las camisetas de mi armario son de rayas horizontales :P:

Bonequea x Elenpriv
Muebles de Las Cosicas de Nuria

En fin, que sigo sin creerme la suerte que he tenido con esta oportunidad, y espero que os haya gustado el resultado. Prometo sacarles mucho partido y compartir muchas fotos, pero para quien quiera disfrutarlas «en directo», pinchad aquí para conseguirlas 😉