Tutorial: Cómo hacer un suelo entarimado (I).

Mejor será un diorama cuanto más real nos quede y, como es evidente, el material que empleemos en su creación va a ser básico para conseguir ese resultado. Dicha esta obviedad, una opción estupenda es la del suelo de madera, que además de bonito es realmente sencillo de hacer, pues basta simplemente un poco (o mucho) de paciencia y una espalda en buenas condiciones para conseguirlo. Ah, y madera, tijeras, cutter, plantilla, cola de carpintero, lápiz y la pintura, tinte o barniz con que queramos darle el acabado.

Ya sólo con este collage queda más o menos claro el proceso:

New diorama: WIP

En cualquier caso, un primer consejo básico es preparar el entarimado sobre una tabla independiente, esto es, que vaya suelta. Esto permite combinarlo fácilmente con paredes diferentes y así sacarle más partido, como se puede ver en las fotos del anterior post. Ah, y ocupa menos que una escena fija porque se puede apilar en cualquier sitio.

La elección de las dimensiones es algo personal, evidentemente, y dependerá mucho de lo que se quiera hacer con ellos, pero es bueno recordar que no hay nada más frustrante que tener preparado todo para una foto, y que el suelo quede corto. Casi todos mis suelos miden 35,5 x 56 cms, que son las dimensiones del estante de la vitrina Bestå de Ikea. Otra buena opción es la medida del DIN A 2, de 42 x 59,4 centímetros, porque es un formato habitual en impresión.

Besta Ikea
Foto antigua de mi estante Bestå cuando acababa de preparar mi primer suelo.

Una base de madera de balsa de 3 milímetros de grosor es más que suficiente para soportar el encolado sin que se deforme, con la ventaja de que tampoco se eleva mucho desde la base real (repito, apilados no ocupan nada).

Una vez decidido el diseño, basta con marcar con la regla y el lápiz el trazado que hemos de seguir, para no desviarnos mucho…y empezar a cortar y pegar. Las maderas no son perfectas, así que si cortamos a medida para el hueco concreto, mejor. Depende mucho del diseño, pero se puede ir por tramos de unos cinco centímetros cuadrados, así no se nos seca la cola durante el pegado ni se nos desordenan mucho las piezas. Otra precaución es no desbordar la cola, porque si empapa mucho la madera, sobre todo en su parte superior, el tinte o el barniz final a veces no cubre bien.

WIP
Ejemplos de diseños, durante su desarrollo.

Las maderas que he utilizado en estos suelos son láminas de tilo de 0,6 milímetros de grosor, con un largo de un metro. El ancho depende del diseño, he probado desde los tres milímetros al centímetro, más o menos. Al ser tan finas se cortan sin problemas con unas tijeras normales, lo que hace muy cómodo su uso. Se pueden conseguir, sobre todo, en tiendas de especializadas en modelismo naval. Evidentemente, hay más opciones, como piezas de madera más gruesas, tipo palos de helado, que son algo más difíciles de cortar, pero permiten resultados más rústicos. Como todo, al final depende de lo que nos sea más sencillo de encontrar.
Por último (que ya me he alargado demasiado), también cabe la posibilidad de comprar planchas de tilo. Si lo que se quiere es hacer parqué normal, es complicar bastante la cosa (vamos, que se debe recurrir a las planchas sólo cuando no exista otra opción), pero si lo que se pretende hacer implica diseños más complejos, realmente permite resultados espectaculares, porque podremos fijar libremente la forma y el tamaño las piezas de madera que compondrán el diseño del suelo. Por ahora esta última posibilidad es mi espinita, pero tendré que esperar a que mi espalda mejore.

Y hasta aquí por hoy. Es bueno dejar que la madera seque tranquilamente.

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