Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Para no dejaros mucho tiempo con la intriga, me he puesto las pilas y aquí tenéis la segunda parte del tutorial #CocinaDIY. Y así, tal como indica el título, una vez acabada la pared con azulejos, el siguiente paso es el montaje del mueble de cocina. Eso sí, voy a intentar ir rapidito, porque lo que es la estructura, mucha ciencia no tiene. De hecho, me fui a lo práctico de un módulo rígido, chapado en madera que parece que tiene puertas pero, tras meditarlo mucho, son de adorno y no abren. Así, derribando mitos desde el primer párrafo.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

En cualquier caso, a la hora de ponerse a montar, lo primero a decidir es la altura y demás dimensiones. En este caso, ya los azulejos marcaban por dónde iban a ir los tiros, porque los pegué a unos 16,5 cms del suelo. Qué puedo decir, me gustan los muebles altos de cocina y eso que yo soy un tapón 😅.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Por cierto, como ya os dije en el post anterior, el objetivo era integrar la nueva nevera, así que para el largo me adapté al espacio disponible, 31 cms, y de profundidad opté por 8,5 cms, que sin ser muy grande no desentona con la nevera.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Hice pruebas de tamaño constantemente, dejando hueco para el mesado y holgura a los lados.

Como lo de cortar madera tampoco acababa de verlo, la estructura la hice con cartón pluma, como los sofás que compartí por aquí, con la intención de forrarla con planchas finísimas de madera natural. Pero como sólo me quedaba por casa cartón pluma más fino (0,5 en vez de 1 cm) y la estructura no iba a ser completamente maciza, porque me iba echar la vida cortando planchas que igual ni tenía, decidí reforzarla con cartón normal de 3 mm de grosor y así evitar disgustos. El disgusto me lo llevé igual, porque con ese grosor hay que hacer mucha fuerza con el cutter y, si una se despista, pues lo mismo aterriza la cuchilla en el dedo que sujeta el cartón…y no os imagináis la cantidad de sangre que puede salir de ahí 😵🥴. Y si encima es la mano rectora, no veáis la lata luego. Total, que como ya imaginareis, de esta fase no va a haber muchas fotos y para colmo el proyecto se me retrasó un montón. Menos mal que cicatrizo más rápido que un torero y ya no tengo casi marca, pero el susto aún lo llevo puesto.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

El interior es cartón pluma, pero las dos superficies grandes, delantera y trasera van cubiertas de cartón normal

Como os digo, usé piezas muy pequeñas para aprovechar bien el material que tenía a mano, porque estas cosas se me suelen ocurrir por la noche o en festivo, cuando está todo cerrado 😜. Además de fijar con cola y cinta de carrocero, iba asegurándome del resultado colocándolo en el hueco al que iba destinado y la verdad, de no ser por lo del dedo, estaba yo más que entusiasmada con cómo iba la cosa:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Este es el interior de la estructura, antes de cerrarla como en la anterior foto. Aproveché todo lo que encontré, que ya no venden cartón pluma al lado de mi casa.

Empecé a pegar la lámina de madera natural, concretamente nogal negro, con cola blanca de carpintero. Para simular una especie de rodapié, primero cubrí con una tira fina la parte inferior del mueble y, luego, pegué encima otra plancha de cartón más pequeña, que dejaba a la vista ese rodapié y que forré ya con la madera a modo de puertas:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Como la chapa que usé es muy fina, la única precaución es repartir muy bien la cola sobre la superficie, evitando que tenga grumos o empape demasiado y que con ello la madera se deforme. Como siempre, poner pesos encima y asegurar los laterales funciona bien durante el secado. Al no hacer puertas de verdad y tener una veta muy marcada, corté tres piezas de chapa y coloqué la del medio en dirección perpendicular a las laterales, para conseguir la apariencia de que cada una de ellas era una puerta. Iba a colocar también tiradores, pero me gustó sin nada, por lo que más que un mueble de cocina parece el del baño de mi casa de verdad 😅. En cualquier caso, si encuentro alguno que me guste, no descarto añadírselos.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Aquí se aprecia mejor que las «puertas» van sobre una plancha de cartón distinta, pegada encima de la estructura original ya forrada.

En cuanto al mesado, dos eran las opciones que barajaba: una, de azulejos, a juego con los de la pared. La otra, de «piedra», hecha con Fimo. Y aunque la primera hubiese sido la más práctica, a la segunda opción le tenía muchas más ganas, porque llevaba meses enganchada a los tutoriales de youtube, que encontraréis fácilmente con estas palabrejas de búsqueda: polymer clay, faux stone, marble. Vamos, que necesitaba quitarme la espinita de probarlo y eso que mis experiencias pasadas con el Fimo no habían sido demasiado positivas. Es tóxico y se degrada pronto si no se cuece, proceso durante el que queda apestando el horno y, por extensión, la casa entera. Pero necesitaba intentarlo🤤, así que me puse a ello.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Se pegó a la plancha de corte e incluso empezó a desintegrar la pintura de la cuadrícula. De hecho, un lado quedó impregnado de cuadrícula como una calcomanía.

Aquí vino el siguiente problema: se queda como una piedra si no se usa, cuesta la vida amasarlo y encima no es fácil de conseguir (salvo internet, claro), porque su poco aguante en tienda no lo hace rentable. Gasté todo lo que me quedaba por casa combinable (blanco, negro y diferentes tonos de marrón) y aunque parecía suficiente, al final me quedó más que justo para el mueble ya hecho y, desde luego, descartó cualquier posibilidad de hacer más módulos de cocina con el mismo mesado (sí, iba a incluir un fregadero pero ya no pudo ser). Se me ocurrió echarle agua y aún quedó más pegajoso y difícil de extender y, para colmo de males, al cocerlo, se deformó por ser demasiado fino.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Así quedó después de cocer.

Pero el lado positivo era evidente: efectivamente parecía piedra. Y con lo que me había costado llegar hasta este punto, estaba decidida a salvar la pieza, así que la pegué a una base de cartón, para darle cuerpo, la lijé e intenté aplanarla por todos los medios:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y ya entregada a la experimentación, decidí probar en ella la resina epoxy. Y sí, pudo haber quedado mejor de haber sido menos ansias (vamos, que darle con el secador fue mala idea y dejó ondas en la superficie que tuve que volver a lijar), pero aún así, me gustó el resultado. La que usé viene en dos botecitos que hay que mezclar antes de usar (de ahí el bote de cuajada) y luego se aplica de forma uniforme sobre la superficie:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

La rodeé con cinta para evitar que se desbordase, aunque con prisa y bastante mal. De haberlo hecho mejor, hubiese conseguido una capa cristalina completamente uniforme y algo más gruesa, pero aún así, fijaos que parece piedra:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y en efecto, se integró mejor el cartón, que quedó como cristalizado, y el acabado brillante mejoró también la apariencia del Fimo. Vamos, que no sé yo si repetiré con el Fimo, pero con la resina me falta aún mucho que experimentar 🤩. Hay que seguir las instrucciones del fabricante, en especial para la mezcla y los tiempos de secado, así que poco os voy a añadir por aquí en ese sentido, porque no hice ni caso a los del mío y, los fallos en el acabado final, se debieron fundamentalmente a eso.

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

A continuación, pegué el mesado al mueble. Al tener base de cartón, la cola blanca funcionó perfectamente; además, a estas alturas el mesado ya era totalmente plano, como veis en las fotos. Para rematar el mueble, añadí la placa de inducción, que está apoyada pero no pegada, por si me canso de la distribución, y que ya os expliqué cómo hacer cuando customicé la anterior cocina. También empecé a colocar otros accesorios y piezas decorativas:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Como me sobró bastante chapa de madera, forré un poco de cartón pluma para hacer una mesa a juego:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y ya como ultimísimo, sustituí la pegatina de la nevera de Aizul Homey. No sé qué hago haciendo publicidad de Smeg cuando tengo su campana extractora y es un desastre, pero todo sea por el postureo muñequil:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y hasta aquí el tutorial de hoy. Como os acabo de comentar, me quedó algo de pena por no poder hacer más módulos o incluso una isla, pero lo cierto es que tampoco les dejé mucho sitio:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y además, el conjunto final, menos cargado, quedó bastante armónico con el resto de la casa, a la que ya le va tocando tener fachada. Vamos, que lo voy dejando aquí por escrito para ver si me animo, por Semana Santa o así, que volveré a tener días libres😅:

Cómo hacer una cocina para Barbie (II): mueble con encimera de mármol.

Y ya tenéis tarea de sobra hasta entonces. No os quejéis. Sed buenos, pero no demasiado 😉

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…

Que seguro que ya se os estaba haciendo larga la espera 😂.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…
Alegoría, más bien literal, de esperar sentada

Efectivamente, tocaba ya renovar revistero muñequil, pero ocurre que desde que me he vuelto una maruja de mi casa, he pasado mucho de comprar Vogues, para centrarme únicamente en revistas de decoración (el tiempo es el que es y el bolsillo también), por eso, ni me había dado cuenta de que les habían cambiado el lomo. Total, que el otro día (lo mismo ya hace meses, que ya sabéis que con esto soy algo dejada), volvió a caer una en mis manos y cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que estaba completamente desactualizada (del tema moda ya mejor ni hablamos), y mis mini-revistas ya no se parecían a las de verdad.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir
Y aquí el cambio para que lo veáis más claramente.

Evidentemente, esto había que solucionarlo, así que ni corta ni perezosa (bueno, esto último igual sí un poquito), me puse a preparar una nueva tanda de revistas, adecuadas ya a la nueva tipografía…y ya llevaba listas las primeras cuando, repasando detenidamente las portadas del último año, me percaté también de que ahora son mucho más limpias y minimalistas, sin tanto texto, cosa que además de quedar más elegante, no os hacéis idea de lo mucho que simplifica el proceso 😂, vamos, que para la próxima ya lo sé y espero ir más rápida.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…
Ejemplo de portada que vais a encontrar, con un modelazo de Elenpriv 😉

Como siempre, lo primero es que os descarguéis este archivo: Vogue 2022. Y para el resto del proceso sólo tenéis que seguir los pasos que ya os expliqué aquí y aquí.

Y póngame otra ración de Vogue para imprimir…

Eso sí, por favor, dejad ya de descargar las de 2014, que están pasadísimas de moda y centraros en las de los últimos años 😂😂😂, y no olvidéis que en el blog podéis encontrar un montón de prints como los de la estantería de esta foto.

Y me despido con este vídeo, que me ha dado más lata que las revistas, y con el que podéis ver qué fácil es montar un buen diorama cuando se tienen a mano los muebles de Marcia Harrys. Y si no, tenéis consejillos de cómo montar paredes aquí, y de cómo hacer un zócalo de madera aquí, aquí y aquí. Venga, pa’casa, que tenéis entretenimiento para rato. Un abrazo y cuidaos mucho 😘

Cómo hacer un sofá esquinero escala 1/6.

Lo prometido es deuda y por una vez parece que voy a pagarla a tiempo 😅, así que los imprimibles de revistas van a tener que esperar un poco, ya que lo que toca hoy por aquí, es el tutorial del sofá que publiqué el otro día en Instagram y que tanto me habéis pedido:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Ésta es mi segunda inclusión en el mundo de los sofás, la primera fue mi sofá verde, y os confieso que ya entonces me había quedado con muchas ganas de repetir. Lo malo es que a veces cuesta encontrar tiempo, qué os voy a contar…y eso que este sistema es bastante sencillo y rápido de hacer; además, no se necesita mucho material para prepararlo. Vamos, que no me explico cómo tarde tanto.

Ooak Hippie Dippy poppy Parker in Fashionista Barbie fashion pack
Está a punto de cumplir 10 años, puedo garantizaros que el sistema aguanta

Así que si queréis hacer una lista de la compra, anotaos lo siguiente:

Cartón pluma: concretamente, me serví de una plancha de un centímetro de grosor, cuyo tamaño original era de unos 50×50, de la que suelo utilizar para paredes. Llevaba en mi casa desde que me mudé al piso anterior, así que es un reciclaje en toda regla 😜. Podéis usar otros grosores, incluso cartón normal, teniendo en cuenta, claro, que cuanto más fino sea el material, más capas tendréis que usar. Igualmente podéis hacerlo en MDF o madera, pero ya es mucha más lata cortar y la pieza va a ser mucho más pesada.

– Tela para tapizado: esto ya es a gusto de cada uno. Evitad la que no tenga suficiente cuerpo, no admita dobleces o se deshilache demasiado, pero también la que sea demasiado gruesa o rígida, porque vais a trabajar en dimensiones muy pequeñas, y el resultado va a depender en gran medida de vuestra elección.

Cutter, regla, lápiz y pegamento: yo opté por la cola blanca, me gusta por su facilidad de aplicación, además que es ideal para el cartón pluma, pero esto ya es a elección personal. Si preferís el Loctite y que se os peguen los dedos, feel free. Lo del lápiz fue para la foto, porque en realidad usé un Bic que anda por ahí 😅.

– Cinta de carrocero: no es imprescindible, pero yo no puedo vivir sin ella.

– Alfileres: tampoco son imprescindibles, pero este sofá va más servido que un muñeco de vudú.

Espuma: esta vez, al no poder ir a por material, usé la que tenía por casa, vamos, que descosí el relleno un cojín de verdad, no demasiado cómodo (Amancio, a ver si mejoras), pero me gustó mucho más la que usé con el otro sofá, que era en realidad el filtro de una campana extractora, mucho más compacto y uniforme. Otra opción es la plancha de espuma, en la que podéis encontrar todo tipo de grosores y dureza.

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Y una vez que ya disponéis de todas estas cosas (o sus alternativas), vamos al tajo. Para decidir el diseño y las medidas me basé en otros modelos de sofá que ya tengo, sí, pero lo determinante en sus dimensiones finales fue el acomodarlo al hueco del salón de mi casa de muñecas, concretamente al de la pared con chimenea, para que cupiese en su lado derecho. Este es el motivo por el que al final no le puse reposabrazos, pero podéis añadírselos sin problema en vuestra versión.

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie
Lo de las patas fue una prueba, finalmente descartada.

Partiendo de estas premisas, voy a seguir contándoos mi proceso particular:

1º.- Corté seis piezas idénticas de cartón pluma, con una medida de 20×10 centímetros, para formar la base. A la hora de cortar, os recomiendo que paséis el cutter sobre el cartón pluma sirviéndoos de una regla o guía, para mantener una trayectoria recta; evitad presionar demasiado, para que no se deforme, es mejor dar varias pasadas suaves que una a lo bestia. Además, aunque no lleguéis a atravesarlo, el cartón pluma suele partir con facilidad, de forma limpia, así que cuando ya hayáis alcanzado la mitad podéis intentarlo sin miedo. Y esto es muy importante: procurad que el cutter esté lo más perpendicular posible para que el corte forme un ángulo recto.

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

2º.- Una vez que corté las seis planchas, las apilé formando dos módulos con tres piezas cada uno, que pegué entre sí aplicando cola blanca, y que por lo tanto alcanzaron una altura de 3 centímetros. Así que si estáis usando un cartón pluma más fino, con poner más capas, solucionado. Si el corte no os quedó bien perpendicular, al pegar las planchas entre sí puede quedaros esa superficie lateral algo irregular. Para solucionarlo, una vez haya secado el pegamento, repasad el corte con el cutter, eliminando las partes que sobresalgan, y luego cubrid la zona con cinta de carrocero para lograr un acabado uniforme, al tiempo que podéis aprovechar para reforzar la zona. Si aún así queda mal, cubrid con cartulina, manteniendo la superficie lo más plana posible. También podéis reforzar las esquinas, si sospecháis que le vais a dar muy mala vida al sofá. Prevenir no está de más. Yo, que me conozco, lo he hecho.

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

3º.- Siguiente paso, «tapizar» la base. Forré únicamente la parte que iba a quedar a la vista, es decir, dos lados completos en uno de los módulos, y un lado y medio en el otro. Corté la pieza de tela, con un ancho de unos 6 centímetros, de forma que a cada lado sobrase, para asegurarla, un centímetro y medio.

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Antes de pegarla, la planché (casi no hacía falta porque doblaba muy bien) marcando doblez y asegurándome de que la línea no fuese torcida. Como esta tela no se mancha (haced la prueba antes con la vuestra), se puede encolar la superficie del cartón pluma, sin pasarse, y luego pegarla encima. Además, fui asegurando el proceso con alfileres, y luego encolé los laterales ya sin contemplaciones, echando cola casi a cucharadas. Una vez secó, pegué los dos módulos entre sí, usando aún más alfileres a modo de clavos, para que el sofá quedase más consistente. (Y aquí un inciso: ésta fue otra de mis elecciones que, desde luego, no estáis obligados a seguir, y nada impide que los módulos los dejéis sueltos, incluso las piezas individuales (10×10 cms) y montarlos luego a vuestro gusto…vamos, sofá sencillo de una o de dos plazas, sofá en ele para un lado, para otro, esquinero simétrico…pero en ese caso tendréis que cubrir tres de sus lados ya que sí se pueden ver, porque el cuarto se lo dejamos al respaldo).

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie
Como veis, sólo queda cubierta con tela la parte que va a estar al aire.

4º.- Turno del primer respaldo. Empecé por el lado derecho, y usé una plancha de 30 cm de largo y 12 de alto. Le pegué la tela por uno de sus lados, dejando que sobresaliese en el canto medio centímetro, y luego lo uní con cola y alfileres, por este lado tapizado, a la base del sofá. Las únicas fotos que tengo son, además de malas a dolor, con el respaldo ya unido, que era tarde y no andaba yo pensando entonces en tutoriales 😅:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Una vez unido, cubrí con tela el otro lado, dejando que sobresaliese, por el lateral y la parte superior, sólo medio centímetro. Como el grosor de la pieza tiene un centímetro, se trata de que una vez pegados los dos lados de la tela abulten lo menos posible. Como no hice foto entonces, os acabo de hacer una rápida para que entendáis mejor qué intento deciros:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Una vez tengáis bien fijada la tela, sólo falta cubrir este borde con una tira larga, doblada por los dos lados de forma que no pase del centímetro de ancho. Este respaldo iba a quedar tapado por el otro en su lateral, así que sólo necesité pegar los lados visibles, derecho y superior, para lo que empecé en el borde inferior como podéis ver en este vídeo, gracias al que también podréis comprobar que no bromeaba con lo de los alfileres 😂:

4º.- Una vez acabado este respaldo, coloqué el siguiente, siguiendo el mismo proceso. Mide de largo 21 cms, y la única diferencia en el acabado es que el remate sí lo cubre por ambos lados y el superior. Os iba a decir que a estas alturas tendría que verse algo así, pero en realidad esto es del paso siguiente, cuando empecé ya con los asientos:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

5º.- Colocación de los asientos: cada asiento se compone de dos planchas del mismo cartón pluma de 1 cm, que no llega a los 10 centímetros de lado. Medidlas con calma, para que se adapten a la base que ya tenéis hecha, y contad con que esos milímetros de menos son los que ocupará la tela de forrado, es decir, si medís 10 cms exactos, al final acabarán sobresaliendo por los los lados. A la hora de forrarlos, podéis dejarlos planos sin más, simplemente cubriendo con tela la parte superior y luego el contorno, igual que hicimos con el respaldo o podéis meter espuma para dar un efecto un poco mullido. Como os decía antes, la espuma del cojín no me gustó demasiado, porque tenía demasiados grumos y nudos, y se notaban bultitos al colocar la tela encima. Esto con las otras opciones que os di no pasa (mirad si no el tutorial del sofá verde), pero si no os queda más remedio, la solución que yo encontré fue la de envolver la espuma antes en un poco de papel de cocina. Ya sé que le quita mucho glamour, pero es lo que hay 😬:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Después se tapa con la tela, con más o menos tensión dependiendo de lo acolchado que se quiera, y a continuación se pega el borde, en mi caso una tira de tela doblada por ambos lados. Fui colocando cada asiento, para comprobar que no me pasaba de dimensiones:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Y una vez terminados, los encolé a la base a conciencia y donde pude metí alfileres. Creo que pesa más por el metal que por otra cosa, 😂. Pero quedaron bien asegurados y lo importante, ninguno sobresale de la base 💪💪:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

6º.- Colocar los cojines. De ancho miden 10 centímetros y de alto ocho, pero no os olvidéis de añadir el dobladillo. Eran tantos que fui a por la máquina de coser, que llevaba olvidada en el altillo desde la mudanza y se ve que usarla es como montar en bici, no se olvida:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

De hecho, me vine tan arriba que preparé otros en color para combinar, pero esos ya os los enseñaré más adelante, que por hoy creo que ya llega. Parece mentira, pero me ha costado la vida acabar 😂😂. Iba a hacer foto diorama chachi guay, pero es viernes y la semana me ha dejado sin energías.

Así que hasta aquí todo lo que tengo que contaros de cómo hacer un sofá para Barbie, espero que lo disfrutéis mucho y que a partir de esta base deis rienda suelta a vuestra creatividad, introduciendo todas las variantes que se os ocurran, en dimensiones, formas y colores 🤩🤩🤩:

Tutorial. Cómo hacer un sofá esquinero para Barbie

Hola, ¿hay alguien ahí?

Casi mejor pregunto, un poco a lo Bob Geldof en The Wall, porque después de tanto tiempo si pasarme por aquí, me cuesta un poco romper el hielo otra vez. Vamos, que empezar a contaros mis tribulaciones como si nada hubiera pasado, me da algo de apuro. Y fijaos si ha pasado tiempo, que estamos ya acabando marzo y va a ser mi primera publicación desde antes de Navidades, que ni os felicité, como por supuesto tampoco os deseé lo mejor en el Año Nuevo.
#ShameOnMe #MenosMalQueTengoInstagram

Feliz Año Nuevo

Mucha excusa no tengo, porque casi no me he movido de casa, pero es que ando sin ganas de nada. Siempre he sido muy fan del «no hacer nada», porque en mi caso ese «nada» se refería exclusivamente a trabajar y otras cosas de provecho. Tener una tarde libre, para mi significaba entregarme al frikismo más absoluto, montando dioramas, miniaturas, combinando modelazos…pero ahora hasta eso me da pereza. Mis tardes son trabajar lo que no me dio tiempo en la ofi (que es mucho, porque no sé vosotros, pero a mi de un tiempo a esta parte, concentrarme me cuesta horrores) y luego ver series por la tele, cual Vicepresidente del Gobierno. Y ya os digo que no me cunde vivir así, por lo que me he impuesto acabar este finde con una publicación nueva en el blog. A ver si así le vuelvo a coger el gusto y me tenéis más por aquí. No me ha funcionado con la bici estática, pero quién sabe con esto 😂.

Y ahora, tras el momento lamento, os cuento a qué (poco) me he dedicado por aquí este tiempo. Tras años de planes, por fin he empezado mi súper casa de muñecas, que os he ido enseñando un poco por Instagram y Facebook. Aún está en una fase muy inicial, pero mi idea es hacer una planta baja cerrada, que dedicaré a almacén de muebles y complementos de dioramas, un primer piso (ya visible) con cocina y salón, y una segunda planta, abuhardillada o ya veremos, con dormitorio y baño, con lo que va a ser casi tan alta como yo. Mi familia se ha emocionado con la idea, así que por Reyes mi hermano me regaló la sierra de calar que veis ahí encima (luego se arrepintió porque sabe que soy un poco torpe y que los dedos no vuelven a crecer) y mi padre un taladro, y ahora me siento una manitas empoderada. De hecho, arranqué con la estructura muy rápido, aunque ahora lleve meses atascada, y ya los primeros días se veía tal que así:

Primera fase. Empezando mi casa de muñecas.

Usé tableros de MDF, de tamaño estándar porque quería comprarlos por internet y no tener que ir a la ferretería, ya sabéis, cosa de la pandemia. Pero fue un error, Leroy Merlin tiene una atención online de pena (ya no dejo ni el link para que no caigáis) y resulta que en mi ciudad hay un BricoCentro donde te cortan a medida, los tableros están casi regalados y además son majísimos. Pero eso ya os lo contaré otro día y así tengo excusa para volver a pasarme por aquí.

Y como os decía, el primer piso lo tengo ya bastante perfilado:

Me faltan aún los huecos de la ventana de la cocina y la entrada, por lo de la torpeza. Lo mismo los dejo marcados y cuando se pueda visitar a la familia sin riesgo ni mascarilla, intento convencer a mi padre para que me los corte él, ahí echándole un poco de morro. También es cierto que como lo mío es improvisar, tener la casa parada me deja tiempo para meditar mejor el próximo paso, en especial el tema cierres y bisagras; básicamente como me ha ocurrido con el bajo, cuyo diseño (mental) he cambiado completamente desde el primer día, pero con una premisa clara, la versatilidad. No tengo sitio para otra casa así que ésta ha de transformarse de forma sencilla y rápida:

Como podéis ver, las medidas del salón me permiten utilizar cualquiera de mis paredes de dioramas antiguos (el azul y el de la chimenea). Y la cocina es un módulo extraíble, así que cuando me aburra de ella puedo cambiarla sin problema o simplemente ampliar el salón. En fin, lo dicho, un mundo de posibilidades. Pero por ahora a disfrutar de ella:

De hecho, como es la parte más definida (aún faltando la ventana y completar la decoración de la pared), tanto me he chalado con ella, que esta temporada me he dedicado a comprar miniaturas y ya tengo casi más utensilios 1/6 que en mi casa de verdad. Aunque bueno, contando con lo que yo me dedicaba a cocinar antes del confinamiento, tampoco tiene mucho mérito 😂😂. Pero es que por favor, mirad qué locura de minis:

Mini T-fal

En fin, que lo mismo sí voy a tener más cosas que contaros. Un abrazo inmenso, intentaré estar más por aquí, pero mientras tanto cuidaros mucho y sed todo lo felices que podáis. Ya sabéis, al igual que ir al baño, nadie lo puede hacer por vosotros 😜.

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Soy muy fan del éxito fácil. Muy, muy fan de conseguir buenos resultados con un esfuerzo mínimo, porque para mi no importa lo que te ofrece el camino, sino llegar pronto a la meta. Para que me entendáis, me encanta la pintura de secado rápido y acabado uniforme, que disimula defectos de la madera y encima se limpia con agua. Por tanto, tengo claro que la cómoda de hoy no ha sido de mis mejores ocurrencias (aunque me consuelo pensando que para la próxima vez ya le habré pillado el truco)…pero antes mejor si empiezo por el principio:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Después del mueble de la semana pasada, me vine tan arriba que decidí ir a por otro (tengo un montón en el armario, lo confieso). Así que con un fin de semana con previsión de lluvias torrenciales, el plan casero me pareció estupendo. Lo malo es que tan rebosante de ánimo estaba, que cuando fui a la ferretería a por más material, me lancé a por un bote de esmalte laca de poliuretano porque ¿quién no es capaz de lacar en cinco minutos? Y aunque realmente noté cierto reparo en mi ferretero habitual (¿seguro que quieres esto?, ¿sabes cómo se aplica?), estaba tan decidida que pasé de todo. Así que después de lijar poco y mal:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Hay que quitar bien la cola, para que cubra la pintura

Empecé a pintar y sólo cuando ya estaba en faena, me di cuenta que evitar los grumos no era fácil y además el secado tardaba unos tres días. Ya íbamos mal: ¡TRES DÍAS  para secar y encima con grumos! Y si no llegaba con eso, cada gota que me caía era peor que el chapapote: tan grasa que limpiarla era un rollo, porque se iba extendiendo por ropa, muebles y piel. Y quien dice gota, dice el polvillo del lijado, un horror. Lo dicho, para la próxima vez ya sé que la superficie tiene que estar limpia y perfectamente pulida, que hay que revolver muy bien la pintura, aplicar capas finas y con pincel especial y tener mucha paciencia. Muchísima paciencia. A ver de dónde la saco.

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Mi idea original era hacer un diseño geométrico, combinando blanco y negro, en los frentes de los cajones. Pero el tiempo de secado y que las piezas en origen eran algo irregulares, me hicieron descartar la idea. Lo mismo un primer intento desastroso también contribuyó un poco, jejeje. Así que pulí de nuevo, y pinté de negro como el resto del mueble, con idea de poner adornos dorados en piezas independientes adheridas con pegamento (pintar directamente en dorado, tampoco era una opción, comprobado).

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Las de la semana pasada eran un pelín más grandes, aunque no se aprecie en la comparativa, sólo el caos.

Como los cajones quedan muy salidos de la estructura, primero puse cuatro piezas de moldura de esquinas cuadradas previamente pintados en dorado, rodeándolos. Otra pieza de la misma moldura en la parte superior de cada cajón y, por último, para los tiradores combiné dos piezas, una plana rectangular y encima nuevamente la cuadrada, aunque esta vez fui un poco más torpe con la pintura dorada :/  Vamos, que voy a tener que comprar, para la próxima vez. En fin, que el mueble de cerca no es ninguna maravilla, pero en foto cuela bastante…

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado
Colgado en la pared un mantel individual de Zara Home, sillas de Marcia Harrys.

Y la verdad, para maravilla, ya tengo este vestido de lentejuelas de Elenpriv, que es de lo que realmente me apetece fardar, así que aunque al terminar el mueble la luz ya escaseaba, espero que sirva de muestra:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Me encanta, quería esperar hasta Navidades para enseñarlo, pero no me he aguantado:

Sigo personalizando muebles: cómoda en negro y dorado

Por cierto, el mueble aún no está seco del todo, pero gracias al deshumidificador, con mucho cuidado…y ella creo que es la primera vez que la enseño por aquí, fue la alternativa que preparé como donación en la Subasta Solidaria de la SDC, que descarté porque se parecía demasiado a la del año pasado. Usé una Grand Entrance, con un pelazo estupendo al que el negro le queda de lujo 😉

Marcia Harris, cómo no.

Hoy una entrada cortita pero espero que interesante, con las fotos de las últimas novedades que me llegaron estas Navidades. No es que me haya portado especialmente bien, pero los Reyes sí que lo han creído y por eso me han dejado unos muebles preciosos con los que darles más vida a mis dioramas.  Si me seguís por instagram o facebook os sonarán algunas fotos, pero tranquis, podéis seguir leyendo que me he reservado alguna novedad para hoy, ya que separé el set nuevo para componer dos escenas bastante diferentes:

Marcia Harrys

Para la primera me serví del sillón y la mesita, así como de la loza que los acompañaba. Con unos colores tan llamativos, la combinación se me presentó como un reto, y lo viví a lo Barney Stinson. Al final, decidí rescatar uno de mis primeros papeles (rescatar de verdad, plancha incluida, que la humedad es lo que tiene), pero valió la pena, porque parecía pensado para estos muebles. No tengo ni idea del nombre del diseñador, pero os comento como dato curioso que una compi de trabajo tenía unos pantalones flojos con el mismo estampado, exacto, que se había comprado en un mercadillo; nos reímos un montón con la coincidencia…bueno, quizá ella un poco menos. Pero volviendo al tema, como os decía la combinación era complicada, pero el resultado final me dejó muy contenta, de hecho ésta es ya de mis fotos favoritas:

Marcia Harrys

El vestido que lleva Barbie (a este paso voy a tener que ponerles nombre para diferenciarlas) es de The Scissors Madrid y me gusta tanto que ya estoy arrepintiéndome de no haber comprado la versión azul que vendía en la pasada Convención; los zapatos son de Barbie Louboutin . No lleva pendientes porque me olvidé, lo confieso, aunque con tanta vegetación lo mismo sobraban.

Sigo haciendo unos churros de vídeos, pero ya que lo tengo, ¡ea!:

La siguiente escena me sirve para presentar la estantería que completaba el set y que no me cabía en el anterior diorama, tengo poco espacio, es lo que hay. El diseño del papel pintado es de la ilustradora Lara Costafreda. No sé si está pensado para pared y me ha dado cosa molestarla para preguntárselo, pero otros diseños suyos chulísimos se encuentran a la venta en Coordonne. La ropa vuelve a ser de The Scissors, completando el conjunto la pelirroja con zapatos de Diane Von Furstemberg Barbie y la morena con zapatos de Victoire Roux.

Marcia Harrys

Por cierto, que los platos los he sujetado con cinta de carrocero. Tiene el adhesivo justo para aguantar bien el tiempo de la foto y no estropear el papel de pared, de hecho no deja ninguna marca retirándolo con cuidado, y menos mal, porque me había quedado sin alfileres. Y me anticipo a las preguntas de siempre: las sillas me las regaló mi amigo Edel hace un montón de años y las podéis encontrar sin mucha dificultad en ebay. Y foto desde otro ángulo de mi Barbie nueva:

Marcia Harrys

¡Y sí, también hay mierdi-vídeo!, más cutre aún que el anterior, si es que eso era posible. Palabra, cuando consiga una cámara mejor para hacer vídeos, los borraré todos, así que aprovechad para verlos ahora:

En fin, que el temporal remite y me toca seguir currando. Pronto más, esta vez seguro, que el encierro ha dado mucho de sí 😉

Fin de semana en Aldán

Que se acaben las vacaciones no significa, ni mucho menos, que el verano haya terminado, así que hemos aprovechado este primer fin de semana de vuelta al curro para hacer una pequeña escapada a un paraíso que tenemos muy cerca de casa, Aldán, una preciosa parroquia de Cangas, que por tener hasta tiene ría propia.

Así que, aunque me va tocando hacer ya el análisis de mis últimas Poppies (llegan a casa en un no parar), creo que voy a aprovechar que ya tengo las fotos editadas para instagram y así compartirlas también por aquí. Vale la pena, porque repito, el sitio es bonito a rabiar. Y para que lo veáis, empiezo por las fotos del viernes, al llegar:

Fin de semana en Aldán
Haciendo equilibrios en el bordillo del paseo marítimo.
Fin de semana en Aldán
Con casi unido al paseo.
Fin de semana en Aldán
Foto desde el paseo.
Fin de semana en Aldán
Jugándonosla en serio desde el muelle. Se cae y lloro, fijo.

Viste blusa de SquishTish y pantalones de Clear-lan. Las sandalias de cuña y el bolso son de Poppy Parker y las gafas de Barbie Moschino. La muñeca va a ser la misma para todo el fin de semana, mi última ooak, y eso que según mi amiga Pili es un poco horrorosa, «no como las de morritos» (creo que se refiere a Poppy). No entiende de muñecas pero la quiero igual, sobre todo porque sé que de vez en cuando hasta me lee…además, siempre viene bien una voz crítica para que no me suba demasiado a la parra  😉 .

Volviendo al tema principal, el sábado ya me desaté por completo, y es que el paseo hasta O Hío fue maravilloso y la luz prácticamente perfecta:

Fin de semana en Aldán
Arrancando de nuevo desde el paseo marítimo de Aldán.
Fin de semana en Aldán
Que se sucede uniendo pequeñas calas.

Con una vista excepcional de la ría.
Fin de semana en Aldán
Con piornos a su paso.
Fin de semana en Aldán
Prácticamente encima del mar. Aquí apoyada en el tornarratos.
Fin de semana en Aldán
Y más calas de aguas cristalinas: praia da Testada.
Fin de semana en Aldán
Sin olvidar las gamelas de la praia de Vilariño.
Fin de semana en Aldán
Y si hay piornos junto al mar, en tierra más.
Fin de semana en Aldán
Vista desde el muelle, ya en Hío.

Por supuesto, que no falte O Cruceiro.
Fin de semana en Aldán
Como premio por la pateada, al volver nos metimos una panzada en O Con de Aldán, hiperrecomendable.

Y a descansar.

Esta vez vistió cazadora de Clear-lan, falda de Barbie Best Model on Location Milan, camiseta marinera del conjunto de la colección Millicent Roberts de Barbie, bolso de Barbie Trina Turk y gafas de Barbie Coach. Y una vez recuperadas fuerzas, a la calle otra vez…o más bien al bosque…encantado. La luz ya escaseaba y con la edición han perdido bastante calidad, pero aún así creo que sirven para mostrar el encanto del lugar:

Para este paseo llevó camiseta y falda de Clear-Lan, cazadora de Barbie Andy Warhol y gafas de Sindy, de los 90. Y después de esta sesión sí tocó descansar de verdad. Casi no se ve, pero lleva un modelo amarillo de la Colección Lencería de Barbie de 1988, que me costó barro conseguir, pero con el que me quité una gran espinita:

Y ya hoy hemos tenido un día de lo más tranqui, con playa por la mañana, para lo que se ha puesto bermudas de Cruise Control Vanessa y camiseta de Clear-lan:


Bikini de Barbie Basic 003

Y por la tarde paseo, ya más arreglada (pena no haber sacado más fotos) con top de Victoria Designs, pantalones de The Scissors Madrid y chaqueta de Barbie Summer in Rome:


¡Había un montón de pokémons!

Y hasta aquí por hoy, que me queda mucha maleta por deshacer. Qué bonito es Aldán…

Nueva vida para las fuentes de pasteles

Paso mucho de cocinar. La vida no me da para más, o me dedico a frikear con muñecas o a hacer canelones. Así que aprovechando mi último día de libertad, aquí os dejo una idea para reciclar fuentes de tartas y darles un destino un poco diferente:

Pink flamingos diorama

El macetero, siguiendo la misma línea creativa, es en realidad un servilletero que me compré la semana pasada en Zara Home. La fuente también es de allí, pero la tengo ya desde la temporada pasada y por lo que he podido comprobar, no sigue en stock. El resto ya lo conocéis: mítico espejo de Marcia Harrys y sillas de Tiger.

Ella es Baby It’s you Poppy Parker, con el vestido de Tears go By:

Upss, ¡se me olvidaba!, el papel de pared, de WallpaperDirect…lo mejor de la composición!

Y ahora a disfrutar del domingo!

Recopilación de playeo y piscineo

El lunes, o lo que es lo mismo, mañana, me reincorporo al trabajo y digo adiós a mis vacaciones, motivo por el que tengo los ojos prácticamente empañados en lágrimas, combinadas con un muy poco recomendable instinto homicida. Aunque el trabajo dignifique, no me importaría en absoluto ser una multimillonaria indigna; es más, hasta estaría dispuesta a mejorar mi conciencia dedicando parte de mi tiempo a actividades solidarias…en fin, que a este paso a mis síntomas anteriores creo que tengo que añadir el del delirio. Mi síndrome postvacacional de este año me da el cuerpo que va a ser de órdago…

Mientras lo voy asimilando, me he decidido a hacer una recopilación de fotos de este verano de mi instagram, a ver si me sirve de terapia. Y siguiendo un orden lo más temporal posible, empiezo por el piscineo casero, en colores flúor, con los bañadores de la colección Basics 003:

@instagramdesandra
Las tumbonas del Patio Tropical de Barbie, conmigo desde el año 1988.
@instagramdesandra
La tranquilidad que da que no esté repintada…
@instagramdesandra
Eso sí, hay que secarse. Y aviso, el bikini destiñe.

Y repetimos piscina, con bañador y shorts de uno de los Fashion Pack de este año, camisa de Clear-lan, chaqueta y gafas de Trina Turk Barbie, sandalias de fashionista 30 White & Pink Pizzazz – Tall, sombrero de Ken y bolsa hecha por mi:

@instagramdesandra
Fotos combinadas, para no cansar tanto.
@instagramdesandra
Un bolso bien organizado.
@instagramdesandra
Con las plantas de mi madre.

Ya de sesión playera, esta vez tocó el estilo vintage de verdad, con este conjunto Resort Set #963, del año 1962, de mis posesiones más antiguas:

@instagramdesandra
Aclimatándose, al llegar.
@instagramdesandra
Churrascada familiar.
@instagramdesandra
Paseo que no falte. El del tipazo, al fondo, es mi tío. Más al fondo, Riveira.
@instagramdesandra
Cons variados e Illa Pombeiro…
@instagramdesandra
Vista a la Playa Pateiro.
@instagramdesandra
Rollo artístico.
@instagramdesandra
Sigue el rollo artístico.
@instagramdesandra
Última de rollo artístico, y a disfrutar del color.
@instagramdesandra
Y de las flores que nacen naturales a escala 1/6.
@instagramdesandra
¿He dicho ya lo del color?
@instagramdesandra
Con la playa Castiñeira al fondo.
@instagramdesandra
Desde luego, fue un gran día.

Repetimos pronto, con conjunto de Kosucas, aunque esta vez ya hice menos fotos, que tampoco es cosa de popularizar demasiado el sitio:

San Vicente do Grove
De nuevo con Pateiro al fondo.
San Vicente do Grove
El faro y playa Castiñeiras.
San Vicente do Grove
Desde el mismo sitio, mirando hacia el norte.

Y para no alejarnos tanto, el turno fue para Sanxenxo, más formal para el paseo. Así que lleva camiseta de rayas de Silkstone The Artist, bermudas de Vanessa Cruise Control y gafas de Barbie Coach:

@Instagramdesandra
Terraceo previo.
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Parada en mirador.
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A la playa de Barreiros, de Trina Turk.
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Y sandalias Louboutin.
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Y foto artística para despedir el día…con ese anochecer, lo pedía a gritos.

Volvemos al piscineo, con vestido de Clear-lan y bikini y sombrero de Poppy Parker Sunshine Games:

@Instagramdesandra
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La toalla es la mía, pero cuela la escala.
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La bolsa es de una Teen Skipper del año de la castaña y las zapatillas de Momoko.

Y a Barreiros otra vez. Las bermudas de este día son de SquishTish, el resto más que repe:

@Instagramdesandra
Ya poco puedo comentar.
@Instagramdesandra
@Instagramdesandra
@Instagramdesandra
@Instagramdesandra

Y ya acabando, el sábado volvió a tocar Sanxenxo, aunque después de una mega panzada, no había ni cuerpo ni ganas de playa, así que paseo bien tapadita. Cuentan como fotos playeras, porque se ve mucha arena:

@Instagramdesandra
Concurridísima Silgar, y eso que era tarde.
@Instagramdesandra
Artisteo playero.
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Última hora de la tarde, con la Madama de Silgar al fondo.

Y con esto, quedan compartidas las fotos de este año. Me siento realizada. De propina, eso sí, antes de seguir llorando, os dejo cuatro fotos del septiembre pasado, en Portonovo. Tan bonitas, que me daba pena dejarlas olvidadas:

Portonovo
Portonovo
Portonovo
Portonovo

Jo, qué llorera…

 

Zócalo nuevo, con Hippie Dippy nueva

Esta mañana ha amanecido cargadita de bruma marina, lo que descarta el piscineo y/o playeo, así que voy a aprovechar para compartir alguna de las últimas cosillas que he estado haciendo y que se me acumulan por las pocas ganas que da montar dioramas y sacar fotos a más de treinta grados 😛

Pues bien, cuando el título pone Hippie Dippy nueva, no se refiere para nada a la ooak que publiqué ayer, o bueno, un poco sí. Me explico, la que en las fotos comparativas tenía su maquillaje de stock, se quedó sin él ayer noche, y con este diorama de estreno hace su presentación en sociedad:

Ooak Hippie Dippy Poppy Parker

Pero por partes. Empiezo por el zócalo, que no es más que el zócalo para vaguetes del que compartí tutorial hace unos meses, un poco más tuneado. Es decir, partimos del diseño básico de palos de polo pegados, cuyos pasos ya os sabéis, y por encima añadimos dos molduras más trabajadas, de las que venden en tiendas especializadas en casas de muñecas estilo victoriano.

Nuevo zócalo, tutorial

En la foto también podéis ver lo que no hay que hacer, es decir, trabajar sin la mesa protegida. Yo soy así y no tengo remedio, pero espero más de vosotros. También espero más previsión y menos vaguerío, así que si no encontráis el pincel que habíais comprado para la ocasión, id a por más, y no cortéis un trapo de la cocina para serviros de él como si fuera una brocha. Y tened tinte bastante a mano, para no tener que acabar con barniz del que queda por casa. Hala, avisados estáis:

Porque este sistema es una guarrada, y por muy bien que al final quede, tardé días en recuperar el color de mi dedo. En la siguiente foto, podéis verlo sólo con el suelo y el papel de pared, modelo Wisteria de Farrow and Ball. No he disimulado las imperfecciones, porque quiero que no parezca un fondo falso, de fotografía, y total, una vez completado con muebles, ni se notan:

Zócalo

El siguiente reto que me autoimpuse era que el diorama no me quedara una ñoñada, ya que este zócalo es mucho más clásico que los elementos que suelo usar y, además, quería meter en él las sillas verdes que compré hace ya días en Tiger. Así que recurrí, como tantas veces, a la paleta de color de esta lámina nº 10 de Rothko (cómo me flipo yo sola), y combinación encontrada:

Silla para dioramas de Tiger

La vitrina es cosa de Marcia Harrys, que ayuda mucho siempre. Los libros podéis encontrarlos en los tutoriales e imprimibles del blog, al igual que cómo colgar cuadros y, por último, la alfombra es en realidad un mantel individual cortado.

Turno de Poppy: viene a tener el mismo curro que la primera ooak, con la salvedad que a ésta le arranqué las pestañas y le di un tono más verdoso de iris para no hacerlas iguales.

Ooak Hippie Dippy Poppy Parker
Pena que se noten grumillos del pegamento de las pestañas.

Su vestido es de The Scissors Madrid, con zapatos de Poppy Parker:

Ooak Hippie Dippy Poppy Parker

Y creo que ya no me queda nada más por contar. Espero que hayáis disfrutado de la lectura. Me voy a pasar un largo rato ordenando…muy largo, de hecho…